ARTURO CRIADO - MADRID 08.05.2010
Europa debe reformarse si quiere continuar con el proyecto político y de paz que se forja desde hace 60 años. Así de contundente es el informe que ha presentado este sábado al presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, el Grupo de Reflexión sobre el futuro de la UE. Liderados por Felipe González han tardado casi 3 años en analizar el presente de Europa y hacer sus proyecciones de cara a los próximos veinte años.
Reconocen que observan un panorama que "no es tranquilizador" para el futuro de los 27: crisis económica global, Estados que rescatan a los bancos, enevejecimiento demográfico que afecta a la competitividad, una energía cada vez más cara y escasa, el cambio climático o la proliferación de armas masivas, entre otros.
Algo que ha provocado, dice el documento, que los europeos se encuentren en un "momento crítico" de la historia, y que requiere movilizar a "todos los niveles de la sociedad" en un renovado "proyecto común".
Un momento crucial en el que no caben los "nacionalismos" y en el que es fundamental efectuar reformas que devuelvan al viejo continente a la cabeza mundial. Y para ello reclaman "un liderazgo claro y resuelto" con gran "capacidad de diálogo" con la ciudadanía.
Unas conclusiones que analizan distintos aspectos y que reclaman una reforma del sistema financiero, una apuesta decidida por la educación y las capacidades intelectuales. Piden también hacer de Europa un lugar "atractivo" para la integración de los inmigrantes, y el empleo de energías renovables -incluída la energía nuclear-. Todo ello sin olvidar el papel de la UE en el mundo y con sus vecinos, dejando claro que los "límites" europeos radican en aquellos Estados que "cumplan" con los requisitos de acceso.
Renovar el modelo social y económico
La Unión Europea se enfrenta a la peor crisis económica desde hace 80 años. Por ello, el Grupo de Reflexión apuesta por una economía "competitiva, social y de mercado". Para ello es necesario apostar por un incremento de la "gobernanza económica". En especial, dicen, entre los miembros de la zona Euro.
Reclaman, de hecho, que el Consejo Europeo sea quien lidere ese control económico, y reforzar los "mecanismos de supervisión de los presupuestos nacionales" para garantizar la transparencia.
Todo ello acompañado de "un refuerzo del funcionamiento y supervisión del mercado financiero" y de la "credibilidad presupuestaria".
Al mismo tiempo, los `sabios' consideran "urgente" una reforma del sistema laboral europeo. Es necesario "mejorar" la flexibilidad y la seguridad de la población activa, así como su movilidad y la cultura y los métodos de gestión de las empresas europeas.
Estiman también que hace falta una reforma "de los sistemas de seguridad social" para que favorezcan el "reingreso rápido" en el mercado laboral, en lugar de suponer "una ayuda prolongada" a las personas en edad de trabajar.
Algo que debe complementarse, indican, con un fomento del multilingüismo y de la inserción de nuevas personas en el mercado laboral.
La edad de jubilación
Algo que se antoja complicado ante el envejecimiento de la población europea. Se estima que en 2050 la esperanza de vida será de 90 años para los hombres y de 97 para las mujeres. Todo ello sumado a lo que hay que sumar el descenso de la natalidad.
De ahí que vean imprescindible aumentar la edad de jubilación, actualmente en los 62 años para los hombres y los 60 para las mujeres. Y hacer todo lo posible para que las actuales prácticas de jubilación anticipada "sean una posibilidad" y "no una obligación" para las personas.
Además reclaman que se apliquen incentivos a las empresas que "animen" a contratar a trabajadores de edad avanzada.
Todo ello sin olvidar la importancia de desarrollar "políticas natalistas" que estabilicen o incrementen las tasas de fertilidad. Algo que debe incluir el "apoyo de los sistemas escolares" a los padres que trabajan.
Esto, dice el informe, ayudaría a reducir la desigualdad entre hombres y mujeres, fomentando la igualdad en el trabajo.
La inmigración
Pese a todo, estiman que en 2050 la fuerza laboral europea se reducirá en 68 millones de personas. Algo que es imposible cubrir con la natalidad europea, por lo que será necesario contar con los inmigrantes. Y para ello es necesario "hacer atractiva" la Unión Europea a los trabajadores extranjeros.
Se calcula que hace falta una entrada de unos 100 millones de personas, por lo que la UE debe hacer "un planteamiento anticipatorio de su integración". Debe hacerse de forma "común", de manera que se consiga atraer a los inmigrantes "más cualificados, con más talento y más motivados".
Una vez que estén establecidos entre los 27, será necesario que "gocen de los mismos derechos sociales" que el resto de los ciudadanos europeos.
Eso sí, insisten una y otra vez en la necesidad de que sean "políticas comunes" que lleven aparejadas una "armonización de los derechos de los inmigrantes" en el conjunto de la Unión. El objetivo es frenar "el efecto llamada" que actualmente tienen algunos Estados.
La Educación, un valor esencial
El grupo que lidera González estima que hoy en día en la economía global lo que prima es la "inteligencia, la innovación y la creatividad". Algo, indican, en lo que Europa "se está quedando atrás". De hecho, si continúan las actuales tasas de inversión, Asia podría ser en 2050 la "vanguardia" de los descubrimientos científicos y tecnológicos.
Para ello es fundamental apostar por la "excelencia". Para conseguirlo, dicen, es necesaria una mayor masa crítica y competitiva entre las universidades y los estudiantes. Básicamente crear "un espacio común universitario".
Algo que -creen- ayudaría a mejorar la calidad de las universidades europeas, que se encuentran a la cola de los centros mundiales. Tan sólo 27 ocupan un puesto en el lugar de las 100 mejores del mundo.
Todo esto cuesta un dinero, que deben asumir los Estados, pero también los "estudiantes de alto nivel de renta", sin olvidar la necesidad de "becas y créditos estudiantiles" para aquellos que lo necesiten.
I+D
Pero también es indispensable que se incremente el gasto en Investigación y Desarrollo. Mientras Japón o Estados Unidos invierten cerca del 3% del PIB, Europa sólo destina el 1,8%.
Por ello quieren que la estrategia `Europa 2020' recoja ese esfuerzo de llegar a las tasas de nuestros principales competidores. Algo en lo que debe ser fundamental "una mayor financiación del sector privado".
Reclaman, además, la creación de un "sencillo sistema europeo de patentes" que sea "asequible, rápido y razonable". Algo, dicen, que fomentará "la cultura de la asunción del riesgo y del carácter emprendedor".
La seguridad energética
La dependencia energética europea no va a hacer otra cosa que aumentar en los próximos años. Actualmente, el 50% de la energía que consumimos procede de otros países, y llegará al 60% en 2030.
Algo que representa un coste muy elevado para los integrantes de la Unión, y al mismo tiempo un riesgo, puesto que en ocasiones "proceden de países políticamente inestables".
Por ello abogan por efectuar una nueva "revolución industrial". Creen que debe favorecerse una "auténtica política energética común". Apostando por la reducción del consumo de energías fósiles y dejando paso a otras que sean sostenibles.
Entre ellas, la eólica, la solar y la biomasa. Un mix energético en el que también debe incluirse la "energía nuclear". Dice el informe que "Europa no puede permitirse renunciar a esta fuente de energía tan importante". Aunque reclaman que se elaboren "nuevas medidas de seguridad" para su empleo.
Lucha contra el cambio climático
Esto contribuirá a la lucha contra el cambio climático que Europa debe liderar. Insisten en la importancia de reducir un 20% las emisiones de aquí a 2020, aumentando la eficiencia y el uso de renovables en un porcentaje similar.
Todo ello sin olvidar el sector agrícola, responsable del 14% de las emisiones mundiales. Por ello creen que la UE debe "reorientar" los esfuerzos de la Política Agraria Común (PAC) hacia "una agricultura y ganadería más ecológicas".
Involucrar al ciudadano
El informe no oculta el creciente desinterés que existe entre los ciudadanos por la Unión Europea. De hecho, creen que sólo volverán a interesarse por ella cuando crean que es "verdaderamente suya".
Para ello reclaman involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones del conjunto de la UE. No sólo mediante la iniciativa ciudadana del Tratado de Lisboa, si no también cambiando la política de comunicación y empleando nuevas herramientas.
Básicamente, lo que reclaman es lo siguiente:
- "Europeizar" las elecciones al Parlamento Europeo mediante listas internacionales.
- Los ciudadanos deben poder identificarse con los políticos europeos, y lo s partidos tendrán que presentar programas auténticamente europeos.
- Plantear la posibilidad de elegir al Presidente de la Comisión.
- Consultar en todo momento a la sociedad civil.
Todo ello, dicen, debe hacerse "a partir de las próximas elecciones".
Unas conclusiones muy duras que apuestan por grandes reformas que, en buena medida, deben contenerse en la futura estrategia `Europa 2020'. Ya que, sin ellas, dicen, Europa quedará retrasada respecto a sus competidores mundiales y, además, se truncará el sueño de un gran continente que viva en paz, seguridad, y de derechos de los ciudadanos.
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