"Durante las próximas décadas, Rusia deberá convertirse en una nación donde los altos estandares de vida y el bienestar provengan no de la explotación masiva de los recursos naturales sino de la innovación tecnológica y el diseño de un liderazgo económico fuerte".
En este sentido y al referirse a la situación actual de esta nación, el mandatario consideró que el gobierno de Rusia deberá hacer esfuerzos para acelerar el crecimiento de la economía del país que en los primeros cinco meses del presente año registró un cuatro por ciento.
En su discurso el presidente ruso consideró que "este año iniciamos con crecimiento. La tasa de crecimiento no está tan lejos como la habíamos previsto, tenemos cifras decentes".
Medvedev presidió la sesión de la Comisión para la Modernización y Desarrollo de la Economía de Rusia, un programa prioritario del gobierno ruso encaminado a marcar la estrategia de comercio exterior y el desarrollo y la modernización de su economía, reportó la agencia de noticias RIA Novosti.
Este programa da prioridad a las relaciones de Rusia con la Unión Europea y también a la participación de las principales empresas multinacionales líderes en informática, comunicaciones, industria, y otros sectores clave.
Por otra parte, el presidente acotó que "en caso de condiciones favorables y de restablecimiento económico revisaremos la posibilidad de disminuir los tributos a las empresas", dijo Medvédev al agregar que ahora Rusia ya tiene "posibilidades para no aumentar la carga tributaria".
El jefe de Estado ruso señaló también que las obligaciones sociales del gobierno "son inamovibles", pero las medidas de protección social no deben "frenar el progreso", asimismo aseguró que el próximo año el gobierno concederá más facilidades a las compañías innovadoras.
Medvedev tiene previsto sostener encuentros de alto nivel con homólogos de otros países, como el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy y reuniones de trabajo con ejecutivos de importantes empresas nacionales y del mundo.
En el marco del FIESP también se celebrará la primera sesión del comité tutor de la compañía Skolkovo, empresa motor de un centro de innovación tecnológica en Rusia que se perfila como la ciudad del futuro y principal polígono de la nueva estrategia económica del país, similar al Silicon Valley en el norte de California. (Con información de Notimex/GFL)
Toronto (Canadá), 21 jun (EFE).- Canadá se prepara para albergar esta semana dos cumbres claves, la del G8, que tratará temas de seguridad como Irán y Corea del Norte, y la del G20, en la que países desarrollados y emergentes analizarán la incipiente recuperación económica mundial.
La celebración por primera vez de forma casi paralela de las Cumbres del G8 y el G20, entre el 25 y el 27 de junio, cimentará la división de competencias entre los dos grupos, que la comunidad internacional está diseñando como ejes de un nuevo orden mundial.
Canadá, que tiene la responsabilidad de organizar las dos reuniones y establecer las líneas generales de discusión, ha determinado un tema común para las dos reuniones bajo el título de "Recuperación y nuevos inicios".
La idea de Ottawa, que cuenta con el respaldo de las principales potencias del mundo desarrollado, es que el G20 confirme su papel como encargado de responder a los problemas económicos mundiales, dado que los países de grupo suman el 90 por ciento de la producción mundial, el 80 por ciento del comercio y el 75 por ciento de la población del planeta.
El G20 está integrado por la Unión Europea, el G7 (EEUU, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia y Francia) y Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, Arabia Saudí, Suráfrica, Turquía y Rusia.
Mientras el selecto grupo del G8 (compuesto por los siete países más industrializados y Rusia) se atribuirá principalmente las competencias en materia de seguridad mundial, además de desarrollo internacional y medio ambiente, entre otros temas.
Esta división de atribuciones responde al concepto de que los temas de seguridad son mejor tratados por un reducido grupo de países, mientras que la globalización de la economía requiere la incorporación en el proceso de toma de decisiones de las economías emergentes.
El primer ministro canadiense, Stephen Harper, señaló en mayo que "en Toronto, necesitamos cumplir nuestros pasados compromisos para asegurar la recuperación de la economía mundial y restaurar puestos de trabajo en todo el mundo".
"Como grupo que representa las principales economías, el G20 también tiene la responsabilidad de marcar el inicio de una nueva era de cooperación económica, una que resultará en un crecimiento global más fuerte, equilibrado y sustentable", agregó.
Con respecto al G8, que se reunirá los días 25 y 26 en la localidad de Huntsville, a unos 200 kilómetros al norte de Toronto, la cumbre se centrará en las amenazas a la seguridad mundial y el bienestar social.
Además del grupo original de siete países a los que se sumó Rusia, Canadá ha invitado a la cumbre a otros 10 países, entre ellos Colombia y Haití.
Canadá ha insistido en que los programas nucleares de Corea del Norte y de Irán, en especial, serán temas centrales de la reunión, y se ha mostrado dispuesta a fomentar sanciones más duras que las recientemente aprobadas por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el régimen de Teherán.
En cuanto al bienestar social, Canadá ha elegido como objetivo de la cumbre la mejora de la salud de las mujeres y niños de las regiones más pobres del mundo, donde cada año mueren 500.000 mujeres durante la gestación o el alumbramiento y 9 millones de niños fallecen antes de cumplir los cinco años.
Por su parte, la Cumbre del G20, que se celebrará en el centro de Toronto los días 26 y 27 de junio, se concentrará en la recuperación de las crisis económica y financiera y la implementación de compromisos adquiridos en reuniones previas del Grupo de los Veinte.
A la reunión del G20 también asisten los responsables del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Consejo de Estabilidad Financiera, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, la Organización Internacional del Trabajo, la Organización Mundial del Comercio y las Naciones Unidas.
Y Canadá ha añadido de momento otros 13 países en calidad de observadores.
En la anterior Cumbre del G20, celebrada en septiembre del 2009 en la ciudad estadounidense de Pittsburg, los líderes de los Veinte acordaron el fortalecimiento de los sistemas reguladores financieros.
El consenso es que las medidas de estímulo financiero establecidas de forma coordinada por el G20 han tenido éxito en mitigar los efectos de la crisis y acelerar el inicio de la recuperación económica.
Aunque se considera que la recuperación que se vive en varias regiones del mundo es frágil, en la reunión se planteará la adopción de medidas coordinadas para dejar de estimular la economía y al mismo tiempo asegurar que las políticas puestas en marcha son sustentables a medio plazo.
Finalmente, en Pittsburg los países del G20 se comprometieron a evitar la adopción de medidas proteccionistas como reacción a la crisis. La reunión de Toronto intentará confirmar el compromiso y evitar tendencias proteccionistas que puedan socavar el comercio internacional.
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