Además, pese a la voluntad férrea de la dirigente alemana, siguen sin acercarse posiciones para cerrar este domingo en la cumbre clave de la UE avances sobre el refuerzo del fondo de rescate del euro. Ampliar este mecanismo de emergencia de los países con problemas y bancos bajo presión debería servir como elemento disuasorio frente a quienes apuestan en contra de la divisa europea.
En su intervención ante la plana mayor del espectro financiero europeo, Merkel ha reiterado que, pese a la expectación generada ante la cita del domingo, "no va a suponer el punto final" de la crisis. En su opinión, no hay medidas mágicas para dejar atrás las turbulencias más allá del compromiso de los Estados socios por devolver la sostenibilidad fiscal a sus cuentas públicas y seguir adelante con las reformas.
Sobre este punto, la canciller ha defendido que un eventual cambio en el tratado de la UE no puede ser un "tabú". Merkel y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, propusieron tras su reunión del pasado domingo "cambios significativos" en el texto constitucional con vistas a cerrar un "paquete íntegro" de medidas anticrisis, entre las que dieron especial importancia a la necesidad de consolidar el sector bancario.
Precisamente, Sarkozy viaja este miércoles a Francfort para reunirse con Merkel. El objetivo es intentar avanzar en las conversaciones sobre la crisis en la eurozona, que, según ha reconocido, están estancadas debido a las discrepancias sobre si el Banco Central Europeo (BCE) debe apoyar al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). Asimismo, también el dirigente francés ha tenido su ración de declaraciones alarmantes: "Quienes destruyan el euro serán los responsables del regreso de los conflictos al continente".
Francia y Alemania se han comprometido a llegar a un plan convincente antes de la cumbre que ayude a resolver la crisis de deuda que está amenazando a la economía mundial. Sarkozy ha reconocido ante los legisladores franceses que París y Berlín están divididos sobre la relación que debe tener el BCE y FEEF, ya que Francia defiende que el fondo de rescate tenga licencia bancaria, lo que le permitiría apalancar su capital al BCE.
"En Alemania, la coalición esta dividida sobre este asunto. No es solo a Angela Merkel a quien necesitamos convencer", dijo Sarkozy en un encuentro este mediodía en el que confirmó su viaje a Francfort, según informó el diputado Charles de Courson. Mientras que Francia ha defendido que la forma más efectiva de aumentar los poderes del fondo de rescate es convertirlo en un banco, tanto el BCE como el Gobierno alemán se han opuesto a esta medida.
Se prevé que en esa "reunión informal", además de Merkel y Sarkozy, participen Trichet; su sucesor, Mario Draghi; los presidentes del Consejo y de la Comisión Europea, Herman Van Rompuy y José Manuel Barroso; la directora del FMI, Christine Lagarde, y los ministros de Finanzas francés y alemán, François Baroin y Wolfgang Schaüble.
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