La roca espacial Eros, de 34 kilómetros de longitud,  realizará su máxima aproximación a nuestro planeta desde 1975 y será  fácilmente visible en el cielo nocturno.No es ningún desconocido. Se llama Eros y es un gigantón, el segundo asteroide cercano a la Tierra en tamaño después de Ganímedes. Mide 34 kilómetros de longitud y mañana martes se acercará a la Tierra como no lo había hecho desde 1975. A pesar de sus desproporcionadas dimensiones -más de 300 campos de fútbol del tamaño del Bernabéu uno detrás de otro-, no supone peligro alguno para nuestro planeta. Se situará a 26,7 millones de kilómetros, lo que sigue siendo una distancia considerable, y atravesará el cielo nocturno a través de las constelaciones de Leo, Sextante y Hidra. Será fácilmente visible incluso con telescopios modestos. Los aficionados a la astronomía no pueden perderse su visita ya que se trata de una ocasión única. No volverá a saludarnos hasta 2056. Aquellos que quieran ver el cuerpo en España podrán hacerlo a partir de las 4.00 horas.
El 433 Eros  es un asteroide con forma de salchicha o tubérculo de tipo S, lo que  significa que está compuesto por silicatos de magnesio y hierro, los más  comunes en el cinturón interior de asteroides. Fue descubierto el 13 de  agosto de 1898 por los astrónomos Carl Gustav Witt en Berlín y Auguste  Charlois en Niza. En febrero del año 2001 la nave espacial NEAR Shoemaker de  la NASA consiguió aterrizar sobre su superficie. La sonda obtuvo más de  160.000 imágenes e identificó más de 100.000 cráteres. De esta forma,  los investigadores descubrieron que Eros es un objeto sólido y no un  conjunto de escombros unidos por la gravedad. Su estudio es importante  para que los científicos pueden decidir cuál es la mejor manera de evitar un impacto potencial en el futuro.  
Catástrofe inconmensurable
Eros puede  impresionar por su tamaño; si cayera a plomo sobre Madrid, cosa que  obviamente no sucederá, uno de sus extremos podría llegar, por ejemplo,  hasta San Agustín de Guadalix. La catástrofe sería inconmensurable. Los  expertos estiman que el impacto de un asteroide de unos 140 metros puede  causar una gran destrucción, y uno más grande provocaría una devastación a escala global. 
Pero  a 26,7 millones de distancia, Eros todavía es «algo bonito» que  observar sin riesgo alguno de colisión. La revista especializada Sky & Telescope ofrece un diagrama para aquellos interesados en mirar al cielo y buscar a nuestro nuevo y enorme visitante.
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