GABRIEL HERRERO - CORRESPONSAL EN WASHINGTON 21.03.2010
"Esto es el cambio. No es una victoria de ningún partido sino del pueblo americano y del sentido común", ha dicho Obama. La reforma sanitaria ya es una realidad en Estados Unidos. La Cámara de Representantes ha aprobado el proyecto del Senado por 219 votos a favor y en 212 contra. Tres más de los necesarios. Tal como se esperaba, no ha contado con ningún respaldo republicano y 34 demócratas se han opuesto.
También han dado el visto bueno a las enmiendas, con un voto más. Obama ya puede firmar su reforma de la Sanidad y convertirla en ley nacional: "the law of the land". Unos 32 millones de ciudadanos gozarán de una cobertura médica que no tenían. Se pondrá coto a los abusos más sangrantes de las compañías aseguradoras. La reforma "no es perfecta ni radical", ha reconocido Obama, pero "es muy importante, una piedra más en los cimientos del sueño americano".
La reforma es ley
Superada esta votación histórica, la reforma será ley pase lo que pase en la Cámara Alta, que todavía tiene que aprobar las enmiendas introducidas por el procedimiento de reconciliación. Allí basta una mayoría de 51 escaños y los demócratas tienen 59. El portavoz de los demócratas, Harry Reid, ha asegurado que cuenta con una "buena mayoría" para sacarlas adelante. Por escrito.
El principal lastre con que nace es la oposición total del partido Republicano. Consideran que es un mamotreto "socialista" que dispara el déficit público y da carta de naturaleza a la intervención del Estado en la economía. Prometen revocar la ley si ganan las elecciones el próximo mes de noviembre. En los aledaños del Capitolio, dos millares de miembros del "tea party" pedían "matar la ley".
Detalles para la Historia
El presidente de EE.UU., Barack Obama, visiblemente satisfecho, se ha dirigido a la nación después de que la Cámara de Representantes haya aprobado su reforma sanitaria. "Este momento es posible por vosotros, no ha sido fácil pero es el voto correcto", ha señalado. "Después de casi un siglo, ninguna enfermedad podrá truncar el sueño americano". Y se ha remitido a los padres fundadores: "Es la demostración de que el gobierno por el pueblo y para el pueblo, trabaja para el pueblo".
Es el primer acto de una larga campaña para ganar el apoyo ciudadano antes de las elecciones del próximo mes de noviembre. Las encuestas dan de momento la espalda a la reforma. Obama citó el sábado tres veces al presidente Abraham Lincoln, uno de sus modelos: "no estoy obligado a ganar, estoy obligado a ser honesto".
El mensaje del Presidente ha sido el broche institucional que culmina su mayor apuesta política y una jornada histórica. Estados Unidos ha aprobado uno de los mayores avances sociales, un logro en el que se estrellaron 18 presidentes durante más de cien años. Está a la misma altura que la Seguridad Social de Franklin D. Roosevelt o el Medicare de Lyndon B. Johnson.
Para subrayar la transcendencia del momento, la presidenta de la Cámara Baja, la "speaker" Nancy Pelosi, ha utilizado el mismo mazo que se usó en la aprobación del Medicare en 1965. Con "orgullo y humildad". Dispuesta a hacer Historia. Citando los derechos inalienables y la igualdad entre los hombres que recoge la Declaración de Independencia. Ha recordado a Tedd Kennedy y su carta póstuma.
La tribuna de invitados ha contado con la presencia de los grupos de presión y sindicatos que se han significado en su apoyo a la reforma. También del jefe de gabinete de Obama, Rahm Emanuel, que había apostado por un proyecto más modesto que el que sale adelante.
El acuerdo con los antiabortistas ha despejado el camino
El último escollo para sumar la mayoría necesaria en el Capitolio estaba en varios diputados antiabortistas. No les bastaban las restricciones que garantiza el proyecto del Senado. Sin embargo, la Casa Blanca ha llegado a un acuerdo con ellos que ha despejado finalmente el camino.
El líder de este grupo pro vida, el diputado Bart Stupak, ha dado su brazo a torcer y ha apoyado la reforma sanitaria. Ha sido posible gracias a un decreto presidencial que reafirmará que no se puede financiar la interrupción del embarazo con fondos federales. Algo que, por otra parte, ya es ley.
Se repite pues lo que sucedió el pasado mes de noviembre, cuando la Cámara de Representantes aprobó por la mínima el proyecto gracias al respaldo de estos
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