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viernes, 16 de mayo de 2008

La dieta ideal

A la primera pareja el Creador le prescribió el régimen alimentario ideal: “Os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer (Gén. 1: 29). Después de la caída, Dios añadió a su alimentación “plantas del campo” (Gén. 3: 18)

El régimen que Dios planeó consiste en cereales, frutas, nueces, verduras, ingredientes correctos para promover la buena salud.

Recién después del diluvio, Dios introdujo la carne como alimento: porque toda la vegetación fue destruida. Así le concedió a Noé y a su familia permiso para comer carne, estipulando que debería ser de animales limpios y no inmundos.

Vemos entonces que la Biblia no condena la práctica de comer animales limpios; pero, la alimentación original de Dios para el hombre no incluía las carnes, porque no era el plan divino que se quitara la vida a ningún animal, y porque un régimen vegetariano equilibrado es el mejor para nuestro cuerpo, hecho ratificado hoy por la ciencia.

Por lo tanto los adventistas buscamos y adoptamos el régimen alimentario más sano posible y nos ocupamos en todo lo que contribuya a colocar nuestros pensamientos y cuerpos bajo la disciplina de Cristo, quien desea para nosotros gozo, bondad y salud perfecta.

Creemos también que el tiempo ha llegado para regresar al plan original de Dios. Con una buena capacitación y adecuada orientación podemos disfrutar del régimen ideal; teniendo en cuenta, que las reformas alimentarias que tienen éxito son progresivas y deben realizarse en forma inteligente.

La alimentación vegetariana, constituye una cocina fresca joven y “moderna”, una dieta exquisita y saludable, con la cual se deleitan cada día más miembros jóvenes, incluso bebés, niños y adultos amantes de la buena comida.

Existe un sinfín de espléndidas recetas, desde refrigerios (loncheras para niños o adultos) hasta comidas completas, desde postres hasta bebidas. Gracias a la riqueza de aromas y a la frescura de los productos empleados.
Concluimos diciendo que somos privilegiados por contar con la inspiración divina y con abundantes materiales para guiarnos en este régimen. La alimentación vegetariana entre los jóvenes adventistas es mucho más que una simple alternativa o moda, es más bien una elección libre tomada por convicción.

“Debe escogerse los alimentos que mejor proporcionen los elementos necesarios para la reconstitución del cuerpo. En esta elección el apetito no es una guía segura. Los malos hábitos en el comer lo han pervertido. Muchas veces pide alimento que altera la salud y causa debilidad en vez de producir fuerza. Tampoco debemos dejarnos guiar por las costumbres de la sociedad. Las enfermedades y dolencias que prevalecen por doquiera provienen en buena parte de errores comunes de la sociedad respecto al régimen alimentario.” Elena G. de White, Consejos sobre el régimen alimenticio.

Raúl Sotelo Requena
Licenciado en Religión y Salud Pública

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