Traducir este Blog

Busca en este Blog

martes, 25 de marzo de 2008

Proteínas... ¿animales o vegetales?

La palabra proteína es un término derivado del latín proteios, que significa primero o principal. Las proteínas son sustancias muy importantes para el desarrollo y crecimiento de los seres vivos. Los nuevos tejidos reemplazan a los viejos sólo cuando se dispone de los elementos necesarios, que son: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. Los tres primeros los obtenemos de los hidratos de carbono y las grasas. Sin embargo, aunque la atmósfera contenga abundante nitrógeno, los animales y los humanos no podemos obtenerlo directamente. Para ello, debemos obtenerlo de os alimentos, y el único nutriente que contiene nitrógeno son las proteínas. Hay dos posibilidades para comer proteínas: directamente de algunas plantas o a través de animales que comen plantas.

De acuerdo a muchos estudios y estadísticas, las personas que comen carnes y derivados (aves, cerdo, carnes rojas, pescados, etc) tienen un alto índice de cáncer, problemas cardíacos y colesterol. Una dieta sin carne previene de un 90% a un 97% de enfermedades cardíacas y oclusiones coronarias. Estudios hechos en Harvard (EEUU) indicaron que la presión sanguínea era más baja entre las personas que no consumen carnes.

En cuanto un animal muere, se coagulan las proteínas y se liberan enzimas autodestructoras. Las ptomoínas son sustancias que se liberan inmediatamente después de la muerte, y causan descomposición y putrefacción. En el intestino del ser humano la carne tarda 5 días en eliminarse y las bacterias causantes de enfermedades están permanentemente en contacto con los órganos de la digestión. Por otra parte, el animal al morir siente miedo. Este miedo llega a su sangre y, al comer un producto animal también comemos su angustia y miedo.

En cambio, las plantas son alimentos que se descomponen lentamente porque tienen paredes celulares rígidas y un sistema circulatorio muy simple. Vegetales y semillas sólo tardan 36 horas en pasar por el cuerpo.

El desecho más notable que nuestro organismo debe soportar es el ácido úrico. Cuando el ácido úrico no es expulsado, sino que se deposita en el organismo, es absorbido por los músculos, endurece y forma cristales.

Desde el punto de vista ecológico, la crianza del ganado tal y como se produce hoy en día, es totalmente insostenible por la naturaleza. Se considera que las vacas están contribuyendo al efecto invernadero, produciendo toneladas de gas metano, que es un poderoso gas invernadero. El gas metano atrapa molécula por molécula 25 veces más calor solar que dióxido de carbono. Esto se da más en los países industrializados donde la cría se hace en forma intensiva. La producción de ganado consume más de la mitad de toda el agua usada para todos los EEUU. Cultivar semillas, verduras, frutas y hortalizas, consume menos del 5% de las materias primas que la producción de carne.

Además, la mayoría de las carnes, excepto las ecológicas, están tratadas con hormonas y antibióticos. Esto produce alteraciones en el ser humano como cáncer de mama, impotencia en el hombre, ginecomastia (pechos demasiado grandes en hombres) y resistencia frente a antibióticos. También, debido a la contaminación global de los mares y océanos, todos los peces y otros animales marinos, están parasitados por el anisakis.

En conclusión, las proteínas deben consumirse a diario. Su carencia nos debilitaría y sentiríamos un fuerte apetito. La última información sobre las necesidades diarias es de medio gramo por cada kilo de peso. Por ejemplo, una persona de 70 kilos debe consumir 35 gramos de proteínas al día. Esta cantidad no es elevada y se puede obtener sobradamente de los vegetales.

Algunos alimentos ricos en proteínas son:
  • Seitán: Sustituto de la carne con un 15% más de proteínas. Para un adulto, 1 filete al día es suficiente.
  • Tofu: Queso de soja. Contiene muchas proteínas vegetales, vitamina A, B y G, calcio, fósforo, magnesio, hierro, aminoácidos esenciales y fitoestrógenos que son antioxidantes. Es suficiente con 85 gramos al día.
  • Soja: Es cómoda de utilizar y económica. Es la legumbre más rica en proteínas y más completa.
  • Leguminosas: Comidas en una misma ingesta con cereales, enriquecen la calidad de las proteínas de éstos. Hay que cocinarlas con laurel, tomillo o comino, para evitar flatulencias. No deben mezclarse con otras leguminosas o carnes, pues se hace pesada la digestión. Dos cucharadas soperas, bien colmadas, son suficientes en el día. Las mejores son: guisantes, azuki, lentejas, garbanzos, alubias y otras.
  • Frutos secos: También nos aportan proteínas vegetales.
Sara Martínez


No hay comentarios:

Páginas Destacadas

Archivo del blog