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lunes, 1 de diciembre de 2014

Navidad: Celebración Cristiana o Pagana

¿Qué dice el Espíritu de Profecía de esta celebración?

La fiesta de la Navidad
—“Ya llega la Navidad,” es la nota que resuena por el mundo, del este al oeste y del norte al sur. Para los jóvenes, para los de edad madura y aun para los ancianos, es una ocasión de regocijo general. Pero, ¿qué es la Navidad para que requiera tanta atención? ...
Se dice que el 25 de diciembre es el día en que nació Jesucristo, y la observancia de ese día se ha hecho costumbre popular. Sin embargo, no hay seguridad de que estemos guardando el día preciso en que nació nuestro Salvador. La historia no nos da pruebas ciertas de ello. La Biblia no señala la fecha exacta. Si el Señor hubiese considerado tal conocimiento como esencial para nuestra salvación, habría hablado de ello por sus profetas y apóstoles, a fin de dejarnos enterados de todo el asunto. Por lo tanto, el silencio de las Escrituras al respecto nos parece evidencia de que nos fué ocultado con el más sabio de los propósitos.
En su sabiduría, el Señor no reveló el lugar donde había sepultado a Moisés. Le enterró, luego le resucitó y lo llevó al cielo. Obró así en secreto para evitar la idolatría. Aquel contra quien se habían rebelado [los israelitas] mientras estaba en servicio activo, aquel a quien provocaron casi más allá de lo que podía soportar un ser humano, fué casi adorado como Dios después que la muerte lo separó de ellos. Por el mismo motivo Dios ocultó el día preciso en que nació Cristo, a fin de que ese día no recibiese el honor que debía darse a Cristo como Redentor del mundo y el único que debía ser recibido y en quien se debía confiar por ser el único capaz de salvar hasta lo sumo a todos los que se allegan a él. La adoración del alma debe tributarse a Jesús como Hijo del Dios infinito.

Es difícil pasarla por alto—En vista de que el 25 de diciembre se observa para conmemorar el nacimiento de Cristo, y en vista de que por el precepto y por el ejemplo se ha enseñado a los niños que es en verdad un día de alegría y regocijo, os resultará difícil pasar por alto esa fecha sin dedicarle cierta atención. Es posible valerse de ella con un buen propósito.
Es necesario tratar a los jóvenes con mucho cuidado. No se les debe dejar que en ocasión de Navidad busquen diversión en la vanidad y la búsqueda de placeres, o en pasatiempos que pudieran perjudicar su espiritualidad. Los padres pueden controlar esto dirigiendo la atención y las ofrendas de sus hijos hacia Dios y su causa, y hacia la salvación de las almas.
En vez de ser ahogado y prohibido arbitrariamente, el deseo de divertirse debe ser controlado y dirigido por esfuerzos esmerados de parte de los padres. Su deseo de hacer regalos puede ser desviado por cauces puros y santos a fin de que beneficie a nuestros semejantes al suplir la tesorería con recursos para la grandiosa obra que Cristo vino a hacer en este mundo. La abnegación y el sacrificio propio caracterizaron su conducta, y deben caracterizar también la de los que profesamos amar a Jesús porque en él se concentra nuestra esperanza de vida eterna.

El intercambio de regalos—Se acerca la época de las fiestas con su intercambio de regalos, y tanto los jóvenes como los adultos consideran atentamente qué pueden dar a sus amigos en señal de afectuoso recuerdo. Por insignificantes que sean los regalos, es agradable recibirlos de aquellos a quienes amamos. Constituyen una demostración de que no nos han olvidado, y parecen estrechar un poco más los lazos que nos unen con ellos. ... Está bien que nos otorguemos unos a otros pruebas de cariño y aprecio con tal que no olvidemos a Dios, nuestro mejor Amigo. Debemos hacer regalos que sean de verdadero beneficio para quienes los reciban. Yo recomendaría libros que ayuden a comprender la Palabra de Dios o que acrecienten nuestro amor por sus preceptos. Proveamos algo que leer para las largas veladas del invierno.

Libros recomendados para los niños—Son muchos los que no tienen libros ni publicaciones relativas a la verdad presente. Representan, sin embargo, un importante renglón en el cual se puede invertir dinero. Son muchos los pequeñuelos a quienes se debieran proveer buenas lecturas. Las series de Lecturas y Poesías para el Sábado* son libros preciosos que pueden introducirse en todo hogar. Las muchas sumas pequeñas que suelen gastarse en caramelos y juguetes inútiles pueden guardarse para tener con que comprar tales libros. ...
Los que quieran ofrecer regalos valiosos a sus hijos, nietos o sobrinos, pueden proporcionarles los libros mencionados arriba, que se destinan a los niños. Para los jóvenes, la Vida de José Bates es un tesoro; también lo son los tres tomos de El Espíritu de Profecía.† Estos tomos debieran estar en cada hogar del país. Dios está dando luz del cielo, y ni una sola familia debiera quedar privada de ella. Sean los regalos que ofrezcáis de tal índole que derramen rayos de luz sobre la senda que conduce al cielo.

No debe olvidarse a Jesús—Hermanos y hermanas, mientras estáis pensando en los regalos que queréis ofreceros unos a otros, quisiera haceros acordar de nuestro Amigo celestial, no sea que olvidéis lo que él nos pide. ¿No le agradará nuestra demostración de que no le hemos olvidado? Jesús, el Príncipe de vida, lo dió todo para poner la salvación a nuestro alcance. ... Hasta sufrió la muerte, para poder darnos la vida eterna.
Mediante Cristo es como recibimos toda bendición. ... ¿No compartirá nuestro Benefactor celestial las pruebas de nuestra gratitud y amor? Venid, hermanos y hermanas, con vuestros hijos, aun con los niños de brazos, y traed vuestras ofrendas a Dios de acuerdo con lo que podáis dar. Hónrenle vuestros corazones con melodías y alabadle con vuestros labios.

Es tiempo para honrar a Dios—El mundo dedica las fiestas a la frivolidad, el despilfarro, la glotonería y la ostentación. ... En ocasión de las próximas fiestas de Navidad y Año Nuevo se desperdiciarán miles de dólares en placeres inútiles; pero es privilegio nuestro apartarnos de las costumbres y prácticas de esta época de degeneración; y en vez de gastar recursos simplemente para satisfacer el apetito y comprar inútiles adornos o prendas de vestir, podemos hacer de las próximas fiestas una ocasión de honrar y glorificar a Dios.
Cristo debe ser el objeto supremo; pero en la forma en que se ha estado observando la Navidad, la gloria se desvía de él hacia el hombre mortal, cuyo carácter pecaminoso y defectuoso hizo necesario que el Salvador viniese a nuestro mundo. Jesús, la Majestad del cielo, el Rey del cielo, depuso su realeza, dejó su trono de gloria, su alta investidura, y vino a nuestro mundo para traer auxilio divino al hombre caído, debilitado en su fuerza moral y corrompido por el pecado. ...
Los padres debieran recordar estas cosas a sus hijos e instruirlos, renglón tras renglón, precepto tras precepto, en su obligación para con Dios, no en la que creen tener uno hacia otro, de honrarse y glorificarse mutuamente con regalos.

Encaucemos sus pensamientos—Son muchas las cosas que pueden idearse con buen gusto y a un costo mucho menor que el de los regalos innecesarios que con tanta frecuencia se ofrecen a los niños y a los parientes. Así se manifestará cortesía en el hogar y habrá felicidad en él.
Podéis enseñar una lección a vuestros hijos al explicarles vuestros motivos por hacer cambios con respecto al valor de sus regalos y decirles que os convencisteis de que solíais considerar su placer antes que la gloria de Dios. Decidles que pensabais más en vuestro propio placer y en la satisfacción de ellos que en el progreso de la causa de Dios, a la cual descuidabais para manteneros en armonía con las costumbres y las tradiciones del mundo, haciendo regalos a quienes no los necesitaban. Como los antiguos magos, podéis ofrecer a Dios vuestros mejores regalos y demostrarle por vuestras ofrendas que apreciáis el don que hizo a un mundo pecaminoso. Encauzad los pensamientos de vuestros hijos en una nueva dirección, que los haga altruístas al incitarlos a presentar ofrendas a Dios por el don de su Hijo unigénito.

“¿Tendremos árbol de Navidad?”—Agradaría mucho a Dios que cada iglesia tuviese un árbol de Navidad del cual colgasen ofrendas, grandes y pequeñas, para esas casas de culto.* Nos han llegado cartas en las cuales se preguntaba: ¿Tendremos un árbol de Navidad? ¿No seremos en tal caso como el mundo? Contestamos: Podéis obrar como lo hace el mundo, si estáis dispuestos a ello, o actuar en forma tan diferente como sea posible de la seguida por el mundo. El elegir un árbol fragante y colocarlo en nuestras iglesias no entraña pecado, sino que éste estriba en el motivo que hace obrar y en el uso que se dé a los regalos puestos en el árbol.
El árbol puede ser tan alto y sus ramas tan extensas como convenga a la ocasión, con tal que sus ramas estén cargadas con los frutos de oro y plata de vuestra beneficencia y los ofrezcáis a Dios como regalo de Navidad. Sean vuestros donativos santificados por la oración.
Las fiestas de Navidad y Año Nuevo pueden y deben celebrarse en favor de los desamparados. Dios es glorificado cuando damos para ayudar a los que han de sustentar familias numerosas.

No es un pecado—No adopten los padres la conclusión de que un árbol de Navidad puesto en la iglesia para distraer a los alumnos de la escuela sabática es un pecado, porque es posible hacer de él una gran bendición. Dirigid la atención de esos alumnos hacia fines benévolos. En ningún caso debe ser la simple distracción el objeto de esas reuniones. Aunque algunos truequen estas ocasiones en momentos de negligente liviandad y no reciban la impresión divina, para otras mentes y caracteres dichas ocasiones resultan altamente benéficas. Estoy bien convencida de que pueden idearse substitutos inocentes para muchas reuniones desmoralizadoras.

Diversiones inocentes—¿No os levantaréis, mis hermanas y hermanos cristianos, y no habréis de ceñiros para cumplir vuestro deber en el temor de Dios, y no ordenaréis este asunto de modo que, en vez de carecer de interés, rebose de placer inocente y lleve la señal del cielo? Sé que la clase más pobre responderá a esta sugestión. Los más ricos también debieran manifestar interés y dar regalos y ofrendas proporcionales a los recursos que Dios les confió. ¡Ojalá que en los libros del cielo se hagan acerca de la Navidad anotaciones cual nunca se las vió, por causa de los donativos que se ofrezcan para sostener la obra de Dios y el fortalecimiento de su reino!

Extraído del libro inspirado de Elena G. White "El hogar Cristiano", Capítulo 77: La Navidad
Las Sagradas Escrituras nos dicen: Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales. (1ª Timoteo 6:3-5)

Esperamos que estas líneas no lastimen ninguno de sus sentimientos, sino antes engrandezca sus conocimientos.

¿Conoce realmente las tradiciones de ésta fiesta?

Era noche buena. Los niños habían hecho el pesebre y esperaban ansiosos la venida de Papá Noel cargado de regalos. Al amanecer del día 25 de diciembre encontraron una gran cantidad de paquetes con juguetes y dulces debajo de un flamante árbol de Navidad. Sus padres les aseguraban que todo aquello lo había traído Papá Noel durante la noche mientras ellos dormían.

¿Acaso dudaban los niños de lo que sus padres les decían? ¡Claro que no! Lo daban por hecho. ¿A usted no le sucedió lo mismo? Muy pocos se han detenido a pensar por qué creen lo que creen, por qué observan determinadas costumbres. La mayoría de nosotros aprendimos a aceptar todo sin vacilar. ¿Por qué sucede esto? ¿Por instinto ovejuno? No exactamente.

Por naturaleza tenemos la tendencia a hacer lo mismo que hacen los demás aunque estén equivocados. Las ovejas siguen el rebaño hasta el degolladero. Pero los humanos debemos fijarnos hacia dónde vamos.

Navidad

La palabra Navidad proviene de la palabra "Natividad", que viene del latín "Nativitatem", que significa "nacimiento". El mundo religioso la aplica propiamente al nacimiento de Jesucristo. Esta fiesta en lengua inglesa se le llama "CHRISTMAS", que quiere decir "Misa de Cristo" y es celebrada en la misma fecha.

Esta enseñanza no es bíblica porque no encontramos nada con relación a la Navidad como una celebración; ni Pedro, ni Pablo, ni Juan, ni ninguno de los apóstoles nos hace mención de dicha fiesta, por lo cual se entiende que no la celebraron. Por consecuencia ni la Iglesia primitiva guardó esta fiesta. Pero entonces surge una incógnita... ¿De dónde proviene la Navidad?

La Navidad y su origen

La historia nos dice que al aceptar el emperador Constantino la doctrina de Jesús, de ahí en adelante empezó a cristianizar muchas festividades paganas.

Consultando algunas enciclopedias con relación al origen de esta fiesta, nos dicen que era conocida no con el nombre de Navidad, sino como "SATURNALIAS", celebrada por los romanos paganos, de los días 17 al 24 de diciembre y el 25 el nacimiento del dios sol.

LA ENCICLOPEDIA QUILLET dice: "La Navidad no figuraba entre las primeras fiestas de la iglesia antes del siglo V. El primer lugar donde se menciona una fecha de nacimiento de Jesucristo es en Egipto. San Clemente de Alejandría se asombró de que algunos teólogos egipcios hablaban no solamente del año, sino también del día en que ocurrió el nacimiento de Jesús, que suponían ser el 20 de mayo. Más tarde se creyó que Cristo había venido al mundo el 19 o 20 de abril o 6 de enero. La primera mención cierta del 25 de diciembre, aparece en el calendario de Filocalus en el año 254".

LA ENCICLOPEDIA BARSA dice lo siguiente: "Esta celebración se generalizó desde el siglo IV. Como no se conoce la fecha precisa del nacimiento de Jesús, la Iglesia Católica adoptó finalmente el 25 de diciembre y cristianizó festividades paganas, que en diversos pueblos se celebraban como la fiesta del sol y los carnavales de Saturno".

EN LA ENCICLOPEDIA DE RELIGIÓN CATÓLICA, se menciona que no hay fundamentalmente una razón que favorezca la fecha en cuestión, ya que el que estableció esta fecha fue el PAPA JULIO I en el siglo IV para quitar la enorme discrepancia que había en cuanto al tiempo de nacimiento del Hijo de Dios, porque unos creían que había nacido en mayo, otros en abril, otros en enero, etc.

EN LA HISTORIA ECLESIÁSTICA DE MOSHEIMS, "se dice que se escogió como fecha de nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, porque en esta fecha la Roma pagana ya celebraba la antigua "fiesta del solsticio de invierno" (Natalis Solis Invicti)", que data de la tradición babilónica y que recordaba a Mitra, Baco, Adonis, Horus, Osiris, Júpiter, Hercules y Tammuz, hijo de Nimrod, que habían nacido en la misma época invernal, conocida hoy como Navidad. De ahí surgió la idea de unir el nacimiento de esos dioses con el nacimiento de Jesús. Esta fiesta junto con otras eran las más viles, inmorales y degeneradas que tanto desprestigió a Roma. Los demás días que forman la fiesta de Navidad fueron puestos para suplantar las saturnalias y otras fiestas paganas.

EN LA ENCICLOPEDIA HISPANO-AMERICANA, en el artículo de Carnavales dice así: "La fiesta del carnaval es muy anterior al cristianismo, su origen es indudablemente pagano..., los pueblos cristianos se apoderaron de muchos ritos, costumbres y fiestas paganas... En Grecia y en Roma se celebraban los bacanales o fiestas en honor a Baco, las saturnalias en honor a Saturno y la lupercales que se celebraban en el mes de enero en honor del dios Pan".

EN MÉXICO, la primera Navidad fue celebrada por el monje franciscano Fray Pedro de Gante cuando apenas empezaba a erigirse la Nueva España de entre las ruinas de la gran Tenochtitlán. A partir de allí se integraron a la tradición cristiana, elementos del culto indígena prehispánico, como el nacimiento del dios Huitzilopochtli en el mes de diciembre.

Puesto que la celebración de la Navidad fue introducida en el mundo por la Iglesia Católica Romana y no tiene otra autoridad que la de ella misma, veamos lo que dice al respecto la Enciclopedia Católica (edición de 1.911):

“La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades de la Iglesia… los primeros indicios de ella provienen de Egipto… Las costumbres paganas relacionadas con el principio de enero se centraron en la fiesta de la Navidad”.

En la misma enciclopedia, bajo “Día Natal”, encontramos que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, reconoció la siguiente verdad: “…No vemos en las escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Sólo los pecadores [como Faraón y Herodes] celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo".

LA ENCYCLŒPEDIA BRITANNICA, edición de 1.946, dice: “La Navidad no se contaba entre las antiguas festividades de la Iglesia…” No fue instituida por Jesucristo ni por los apóstoles, ni por autoridad bíblica. Fue tomada más tarde del paganismo.

LA ENCICLOPEDIA AMERICANA, edición de 1.944, dice: “La Navidad… de acuerdo con muchas autoridades no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia Cristiana, ya que la costumbre del cristianismo en general era celebrar no el natalicio sino la muerte de personas importantes. [La “Comunión”, o mejor dicho, la Pascua, instituida por autoridad bíblica en el Nuevo Testamento, es una conmemoración de la muerte de Cristo.]… En memoria de este acontecimiento [el nacimiento de Cristo] se instituyó una fiesta en el siglo cuarto. En el siglo quinto, la Iglesia Occidental dio orden de que fuese celebrada para siempre, en el mismo día de la antigua festividad romana en honor del nacimiento del Sol, ya que no se conocía la fecha exacta del nacimiento de Cristo”.

Tomemos nota de este hecho importante: Estas autoridades históricas demuestran que durante los primeros dos o tres siglos de nuestra era los cristianos no celebraban la Navidad. Esta fiesta fue introducida en la Iglesia Romana en el siglo cuarto de nuestra era ¡y no fue hasta el siglo quinto que se estableció como fiesta oficialmente cristiana!

Con estos comentarios nos podemos dar cuenta que esta celebración es una fiesta totalmente pagana, porque la Iglesia romana tomó esta fiesta de las culturas paganas.

La Biblia nos dice: "...No sigáis el camino de las naciones... Porque las costumbres de los pueblos son vanidad... vanidad son, obra vana, al tiempo de su castigo perecerán" (Jeremías 10:2,3,15, versión Torres Amat). Este es el castigo de los que siguen mandamientos de hombres y leyes que Dios no ha mandado.

¿Cuándo nació Jesucristo?
En Daniel 9:27 dice: "Y en otra semana confirmará el pacto a muchos, y a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda: después con la muchedumbre de las abominaciones será el desolar..." Jesucristo a la edad de 30 años fue bautizado (Lucas 3:22), y realizó su ministerio durante tres años y medio, cumpliéndose así lo que Daniel profetiza; la semana tiene siete días y la mitad de la semana son tres días y medio, días proféticos (Números 14:34). Cristo, después de sus tres años y medio de predicación muere a la edad de treinta y tres años y seis meses.

Muere el día 14 de Nisán o Abib (primer mes del calendario religiosos judío), que corresponde a aproximadamente a abril. Si contamos los seis meses faltantes para que Cristo cumpliera sus treinta y cuatro años, nos lleva aproximadamente al mes de octubre, pero jamás al mes de diciembre. No se sabe el día, pero la Biblia si nos indica aproximadamente el mes de su nacimiento.

Asuntos Para Reflexionar:

En el libro de Lucas 2:8 dice: "Y había pastores en la misma tierra que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su ganado". Según este pasaje, en esa época había pastores que estaban al cuidado de su ganado en la noche. Comentaristas, hombres conocedores del clima en Israel, afirman que a finales de noviembre, los pastores recogían sus ganados por causa de las lluvias y el frío tan fuerte que hace en el mes de diciembre.

En el libro de Esdras 10.7, 9, 13 dice: "E hicieron pasar pregón por Juda y por Jerusalén y todos los hijos de la transmigración, que se juntasen en Jerusalén... Así todos los hombres de Juda y de Benjamín se reunieron en Jerusalén dentro de tres días a los veinte del mes noveno; [se habla del noveno mes del calendario judío que se llama KISLEU y que de acuerdo con la versión de Scofield dice corresponde a diciembre] y sentose todo el pueblo en la plaza de la casa de Dios, TEMBLANDO POR MOTIVO DE AQUEL NEGOCIO Y A CAUSA DE LAS LLUVIAS... Mas el pueblo es mucho y EL TIEMPO LLUVIOSO, Y NO HAY FUERZA PARA ESTAR EN LA CALLE..."

“Era una antigua costumbre de los judíos de aquellos tiempos sacar sus rebaños a los campos y desiertos alrededor de la Pascua (a principios de la primavera) y traerlos nuevamente a casa al comenzar las primeras lluvias” (Adam Clarke Commentary, Comentario de Adán Clarke, volumen 5, página 370).

LOS PASTORES Y SU GANADO NO SE PODÍAN MANTENER A LA INTEMPERIE en esta época del año, cuanto más el niño Jesús, que lo acostaron en un pesebre en pañales (Lucas 2:12). Jesús mismo atestigua la rigidez del invierno de la tierra de Israel, tanto que dice: "Orad pues, que no acontezca vuestra huida en invierno" (Marcos 13:18). Por lo tanto Cristo NO NACIÓ EN DICIEMBRE, nació en otoño 3ª estación.

Con esto, debemos descartar la natividad en diciembre. El pastoreo nocturno de los rebaños en los campos es un hecho cronológico."

Cualquier enciclopedia u otra autoridad nos puede confirmar el hecho de que Cristo no nació un 25 de diciembre. La Enciclopedia Católica lo dice claramente.

La fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida. Esto lo reconocen todas las autoridades. Las escrituras indican que este acontecimiento sucedió a principios de otoño, posiblemente en el mes de septiembre, alrededor de seis meses después de la Pascua.

Si Dios hubiera querido que guardáramos y celebráramos el cumpleaños de Jesucristo, no habría ocultado la fecha.

Por todos estos datos concluimos que las fiestas de LA NAVIDAD Y LAS POSADAS tienen su origen en el paganismo. La Biblia nos aconseja: "Salid de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados y no recibáis de sus plagas" (Apocalipsis 18:4).

El verdadero origen de la Navidad

Hemos visto, pues, que la Navidad llegó al mundo por medio de la Iglesia Católica y que ella la recibió del paganismo. Ahora bien, ¿de donde la sacaron los paganos? ¿Cuál fue su verdadero origen?

Sabía Usted, que el originador de la fecha 25 de diciembre fue el bisnieto de Noé llamado Nimrod? ¿También que fue fundador de la ciudad de Babel y el primer hombre que los Babilonios y asirios consideraban un dios?

¿Sabia usted, que la fecha del 25 de diciembre no existe en ninguna parte de la Biblia y en que ninguna parte de ella se menciona el cumpleaños de Jesús, porque los verdaderos cristianos jamás celebraron los cumpleaños?

¿Sabía Usted, que los babilonios y asirios fueron los primeros en celebrar un cumpleaños el 25 de diciembre en esta tierra y fue para celebrar el nacimiento del legendario niño-dios Tamuz, supuesto hijo de Nimrod?

La historia nos dice que Ninus el primer rey de Nínive, fue Nimrod, el bisnieto de Noé. Nínive significa “la habitación de Ninus” y la Biblia nos dice que fue Nimrod quién construyó Nínive. Génesis 10:11 “De esta tierra salió para Asiria, y edificó Nínive, Rehobot, Cala”

Nimrod fue el primer rey que unificó al mundo después del diluvio en ciudades. Bajo su supervisión la torre de Babel, en desafío a Dios fue construida y también las antiguas ciudades de los Babilonios y Asirios, Génesis 10:10-12.

Nimrod el primer rey de Nínive fue el primer mortal a quien se le deificó a su muerte, y fue el actual padre de los dioses. Esta creencia pagana de que los reyes fueran deificados a su muerte fue adoptada desde Mesopotamia a Egipto y desde allí a Norte y Sudamérica.

Autoridades de Mitología y Arqueología aseguran lo que la Biblia revela, que fue en Babilonia donde toda la idolatría tuvo su origen y que los dioses de los Asirios, Egipcios, Hindúes, Griegos, Romanos y Mejicanos derivaron de la astrología.

Así todos estos dioses antiguos fueron solamente procedencia de un dios, el sol el que rige el Zodíaco.

Según la creencia de los babilónicos y los asirios, Nimrod el bisnieto de Noé, había muerto en plena juventud, dejando a su reina Semiramis. Al morir Nimrod, su espíritu voló al sol el que tomó posesión de él y llegó a ser inmortal. Así él llegó a ser Bel-saman o “Señor del Cielo” o dios sol. Semiramis según la creencia quedó embarazada. Esta proclamo a sus súbditos que siendo ella una virgen; el espíritu de Nimrod había bajado a ella y había entrado a su matriz a través de un rayo de sol. Esto dio por resultado el nacimiento del legendario dios niño llamado Tamuz, cuyo nacimiento ocurrió el 25 de diciembre.

Tamuz no solo fue adorado por los paganos bajo diferentes nombres, sino también por el pueblo de Dios, el antiguo Israel. Ezequiel 8:14 “Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz”. Para los primeros habitantes del mundo después del diluvio, Nimrod el primer rey de Babel, su reina Semiramis y el milagroso nacimiento de su hijo Tamuz (hijo del sol) constituyeron la primera trinidad pagana.

Según la filosofía pagana cuando Semiramis murió, al igual que su esposo su espíritu voló a la luna y tomó posesión de ella y llegó a ser la diosa de la luna; la madre de los dioses y la Reina del cielo. Y cuando su hijo dios Tamuz murió, los paganos también aseguraban que su espíritu voló a la estrella del Este (Venus) y que en primavera aparecía toda la familia unida: Nimrod, Semiramis y Tamuz.

Así fue como en los siglos cuarto y quinto, mientras los paganos del mundo romano se convertían en masa al “cristianismo” llevando consigo sus antiguas creencias y costumbres paganas y disimulándolas bajo nombres cristianos, se popularizó también la idea de “la madre y el hijo”, especialmente en época de Navidad. Las tarjetas de Navidad, los villancicos y las escenas del pesebre reflejan este mismo tema.

Quienes fuimos criados en este mundo babilónico, quienes hemos escuchado y aceptado estas cosas durante toda la vida, hemos aprendido a venerarlas como algo sagrado. Jamás dudamos. Jamás nos detuvimos a investigar si estas costumbres tenían su origen en la Biblia o en la idolatría pagana.

Nos asombramos al conocer la verdad y, desgraciadamente, hay quienes se ofenden ante la verdad escueta. Pero Dios ordena a sus ministros fieles: “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta y anuncia a mi pueblo su rebelión” (Isaías 58.1). Increíble como parezca, estos son hechos reales en la historia y en la Biblia.

El verdadero origen de la Navidad está en la antigua Babilonia. ¡Está envuelto en la apostasía organizada que ha mantenido engañado al mundo desde hace muchos siglos! En Egipto siempre se creyó que el hijo de Isis (nombre egipcio de la “reina del cielo”) nació un 25 de diciembre. Los paganos en todo el mundo conocido celebraron esta fecha siglos antes del nacimiento de Jesucristo.

Jesús el verdadero Mesías, no nació un 25 de diciembre. Los apóstoles y la Iglesia primitiva jamás celebraron el natalicio de Cristo en esa fecha ni en ninguna otra. No existe en la Biblia mandato ni instrucción alguna para hacerlo. Así fue como los “misterios caldeos”, inventados por la esposa de Nimrod nos fueron legados - con nuevos nombres cristianos por las religiones paganas.

Yule Log

Los troncos usados para ayudar al sol a madurar eran llamados “Yule Log” por los paganos y eran considerados sagrados, porque eran un símbolo de su gran dios baal. Los adornaban con flores y cintas de colores, manzanas doradas, etc. y para encenderlos los sacerdotes Druidas hacían una gran ceremonia. Como parte del gran festival navideño o “Festival Yulie”, los adoradores de baal le presentaban sus regalos para que el dios sol, les perdonara sus pecados. Mientras que inocentes niños eran lanzados vivos ante los altares de fuego para agradar a baal, los adultos caminaban sobre las cenizas calientes. (Vea 2 Reyes 17:16-17): “Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, e hiciéronse vaciadizos dos becerros, y también bosques, y adoraron á todo el ejército del cielo, y sirvieron á Baal: E hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y diéronse a adivinaciones y agüeros, y entregáronse a hacer lo malo en ojos de Jehová, provocándole a ira. (RVA)”; también Salmos 106:37-40: “Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios; Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, Que sacrificaron a los ídolos de Canaán: Y la tierra fue contaminada con sangre. Contamináronse así con sus obras, Y fornicaron con sus hechos.

Encendióse por tanto el furor de Jehová sobre su pueblo, Y abominó su heredad:” Hoy Satanás está más “civilizado”, más “compasivo” y se siente más feliz que nunca. Aunque ya no se le rinde honor sacrificando inocentes niños en su cumpleaños, él se considera más que honrado viendo como los cristianos le dan calor a su Yule Log.

Origen Del Árbol De Navidad

¿Se ha preguntado usted, Alguna vez que tiene que ver el árbol de la navidad con el nacimiento de Jesús? ¿O porqué se usan arbolitos de pinos? ¿O porqué se colocan ornamentos en ellos. Por supuesto que nada de esto tiene que ver con el nacimiento del Amado Salvador sino con el nacimiento del mesías pagano: el niño dios Tamuz. Otro nombre que los babilonios daban a Tamuz era Baal-Bereth que significa “Señor del Pino” (Lord of the Fir Tree).

Según los babilonios, Nimrod había sido cortado o asesinado en el vigor de su juventud, en todo su poder y gloria. Su muerte debía ser vengada por la encarnación de su hijo Tamuz nacido el 25 de diciembre. Nimrod el gran dios sol de los babilonios fue simbolizado como un inmenso árbol despojado de todas sus ramas, y cortado casi al suelo. Pero la gran serpiente el símbolo del restaurador de vida Aesculapius, se enrolla alrededor del tronco muerto, allí, a su lado, brota un árbol joven, un árbol completamente diferente, que está destinado a nunca ser cortado por el poder del enemigo. Este árbol es la palmera y llega a ser el símbolo de Tamuz, el mesías pagano, símbolo de victoria. Esto explica la costumbre pagana de colgar las cabezas de sus enemigos en sus sagrados árboles. Porque esto no solamente explicaba un signo de victoria, sino también de venganza no solo de Nimrod, sino también de Tamuz porque según la mitología babilónica ambos habían sido muertos cuando eran jóvenes y llenos de vigor.

Fue en la espesa selva del norte de Europa, que comenzó la costumbre de decorar el árbol de navidad.

En el siglo octavo un monje católico llamado Bonifacio, persuadió a los pueblos paganos que vivían en lo que ahora es Alemania, que dejaran de adornar y adorar al sagrado roble en honor al dios Odin (moderno santa Claus) y que adornaran el pino (Fir Tree) en honor del niño Jesús.

Los Nacimientos


La idea original de montar un nacimiento fue de San Francisco de Asís, cuando en 1223 en el bosque de Greccio, juntó a hombres y animales para escenificar la natividad de Jesús en vivo.

Los "belenes" o nacimientos se popularizaron en España a principios del siglo XVIII, de donde pasan a México. Hacia 1878 aparecen los primeros árboles de Navidad, con lo que decaen los pesebres; estos resurgen durante la década de 1930 a 1940, cuando se revitaliza la tradición casi abandonada.

Santa Claus

¿Sabía Usted que el dios Odin es el padre de San Nicolás y el abuelito del famoso Santa Claus? Odin era el dios más grande de la mitología de las tribus Celtas y Teutónicas del norte de Europa. Para los escandinavos el dios Odin era el que regía el mundo. Él era el patrón de todas las ciencias; el inventor de la poesía y la magia.

Los escandinavos creían que el dios Odin poseía un maravilloso caballo de ocho patas, llamado Sleipner. También manejaba una lanza mágica y tenía un anillo talismático.

Bebiendo en las fuentes de Mimir o las fuentes del infierno, él había perdido un ojo, pero llegó a ser el dios más sabio y el más grande de todos los dioses.

Durante la fiesta del Yule Log de los Celtas y Teutónicos, se suponía que el dios Odin no podía faltar ya que el tenia que presidir la fiesta para dar los premios o castigos a quien se lo merecía. Él se presentaba a la fiesta luciendo su hermosa barba blanca y su elegante chaqueta azul y un sombrero ancho con un ribete, que le tapaba su único ojo. El dios Odin tenia muchos hijos y era considerado el padre de todos lo dioses nórdicos.

San Nicolás

No es ni más ni menos que el dios Odin con vestiduras de un obispo católico. Se han tejido tantas historietas fantásticas acerca de este personaje y se le han atribuido tantos milagros que los europeos lo tienen casi a la altura de Jesús. Se dice que es el protector de las doncellas y que hay que pedirle a él para encontrar un buen esposo. Ama mucho a los niños y les trae juguetes y se los tira por la chimenea la noche navidad. También es el protector de los pescadores y los cuida en el mar. Se han construido cientos de iglesias católicas en Europa y otros países en honor a su nombre. Dicen que antes de morir pronunció las mismas palabras de Jesús: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. ¿ será correcto como cristianos que se engañe a los inocentes niños cada Navidad con un personaje pagano e irreal? Santa Claus.

Ídolo de chicos y grandes es el mismo cura Seinte Klass que los americanos le sacaron sus vestimentas sacerdotales y le pusieron un hermoso traje rojo, botas negras; le quitaron el caballo y le dejaron el trineo del dios Odin. Con la única diferencia que el trineo del dios Odin según la mitología Escandinava, es tirado por caballos, y la de Santa Claus tirada por venados. También al “curita” lo hicieron subir de peso. Y así luce cada año gordo y sonriente y en común acuerdo con los padres engaña a los niños diciéndoles que los visitará llevándoles todo lo que ellos le pidan en noche buena, que de buena no tiene nada ya que está llena de paganismo.

La fiesta de la Saturnalia

Una de las más antiguas fiestas que recuerda la historia de la antigua roma es la famosa fiesta llamada la Saturnalia. Esta fiesta se celebraba en honor al dios de la agricultura Saturno. La Saturnalia no era una fiesta de un solo día sino era una temporada. Se celebraba desde el 17 de diciembre al 24. El 25 de diciembre venia la celebración del cumpleaños del dios Mitra, dios de la luz y el sol y la fiesta se cerraba con la fiesta de las Calendas el 1 de Enero que era el Año nuevo de los romanos. En la fiesta de la Saturnalia, un pontífice se paraba en frente del templo de saturno y exclamaba: “Saturnalia Ho Saturnalia”. La palabra se esparcía de boca a oído a los largo del forum y a través de las calles y todo el pueblo se daba a una salvaje alegría. Durante este periodo el pueblo y el senado hacían los preparativos para presentar los regalos a los emperadores.

El periodo de la Saturnalia fue caracterizado por procesiones, santos, luces, adornos de las casas con hojas verdes y hojas de laurel, se daban presentes; los hombres se vestían como mujeres o se enmascaraban en pieles de animales.

A los esclavos se les daba una libertar temporaria. El trabajo era olvidado, se podía beber, jugar, vestirse como personas libres y decir lo que ellos deseaban decir. Insultos que en otra ocasión le podía costar la vida a un esclavo en esa fiesta se le permitía decirla a sus superiores. Comían los mejores alimentos, mientras sus patrones esperaban.

La fiesta al principio duraba tres días, después se alargo a siete. Solamente el primer día de la fiesta tenia algún significado religioso, el resto del tiempo se pasaba en borracheras.

Los juegos de azar que eran prohibidos por los romanos, en la Saturnalia se permitían. Nadie en estos días debía cobrar las deudas. Cualquiera expresión de sentimiento era olvidada. Las cortes eran cerradas, los castigos debían esperar. Las escuelas eran cerradas. Se intercambiaban regalos como cirios, imágenes pequeñas y las muñecas eran las preferidas. También se regalaban monedas de oro, plata o cobre.

Pero lo más importante de la fiesta de la Saturnalia era celebrar el 25 de diciembre el cumpleaños del dios Mitra el dios de la luz y dios del sol. También elegir un “rey” que gobernara sobre los rebeldes. Su gobierno era todo en broma. Este rey en vez de usar una ropa incómoda, se ataviaba de ropas con brillantes colores y suelta. Al rey se le aclamaba a gritos: “Ho Saturnalia” y la multitud en las calles gritaba, saltaba, cantaba, danzaba. Se ponían vestidos extravagantes y se usaban máscaras con figuras de animales. Se hacían procesiones con antorchas y también juegos bruscos. La Saturnalia se cerraba con la fiesta de las Calendas el 1 de enero.

La Saturnalia en honor al dios saturno fue el festival pagano de los romanos que dio origen a lo que hoy conocemos como la navidad. El cumpleaños en honor a Mitra o dios sol el 25 de diciembre fue dedicado por la iglesia católica como el cumpleaños de Jesús. De ese modo dejaba contentos a los paganos que aceptaban el cristianismo paganizado. Hoy los cristianos no están celebrando un cumpleaños ordenado por Dios a Jesús, sino un cumpleaños pagano ordenado por el Papado.

Los Tres Reyes Magos

Los armenios en el siglo III introdujeron la creencia en los reyes magos. La iglesia católica tomó como fundamento bíblico Salmos 72:9-11 “Ante él se postrarán los moradores del desierto, Y sus enemigos lamerán el polvo. Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él; Todas las naciones le servirán”

Con este argumento afirman que eran reyes y además que eran tres. También toman como base bíblica lo escrito en Isaías 60:3-6 para asignarles los animales donde venían montados. Sin embargo, en el evangelio de Mateo 2:1, 2 dice: "Y como fue nacido Jesús en Bethlehem de Judea en los días del rey Herodes, he aquí unos MAGOS vinieron del oriente a Jerusalén, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle."

En este pasaje no nos menciona nada con relación a cuántos eran, ni tampoco que eran reyes. Otra mentira, los nombres de estos: Gaspar, Melchor y Baltazar. ¿Quién les diría los nombres de estos personajes? Ya que la Biblia no registra nada de esto. Toda una serie de mentiras aceptadas por la iglesia romana. Pero el mundo sigue la tradición del hombre y deja el mandamiento de Dios.

*Los magos del Oriente eran filósofos. Pertenecían a la clase numerosa e influyente, que incluía hombres de noble alcurnia y poseía gran parte de las riquezas y del saber de su nación. Entre ellos había muchos que explotaban la credulidad del pueblo. Otros eran hombres rectos que estudiaban las manifestaciones de la Providencia en la naturaleza, y eran honrados por su integridad y sabiduría. De este carácter eran los magos que vinieron a Jesús.
La luz de Dios está siempre resplandeciendo aun en medio de las tinieblas del paganismo. Mientras estos magos estudiaban los cielos tachonados de estrellas, y trataban de escudriñar el oculto misterio de sus brillantes derroteros, contemplaban la gloria del Creador. Buscando un conocimiento más claro, se dirigieron a las Escrituras hebreas. En su propia tierra, se conservaban escritos proféticos que predecían la llegada de un maestro divino. *(DTG pág 41)

Holly

El Holly y el Ivy se usaron durante siglos para diferentes propósitos decorativos, especialmente en los festivales de invierno. Debido a que su fruto brota en el invierno llegó a ser para los paganos un símbolo de la inmortalidad.

El Holly también fue una planta admirada por los Druidas, porque pensaban que sus hojas siempre verdes atestiguaban que el sol nunca los abandonaba y por lo tanto eran hojas sagradas.

También se creía que el holly espantaba los espíritus malos y a las brujas de allí la costumbre de ponerlo en las ventanas y puertas.



Las Posadas Y Los Villancicos


Las posadas, también llamadas jornadas o nueve noches, representan un novenario de celebraciones del 16 al 24 de diciembre. Son nueve días que representan los nueve meses del embarazo de María y su búsqueda por encontrar un lugar para que naciera Jesús. Las posadas en México tuvieron su inicio en el convento de San Agustín Acolman, y se dice que el encargado Fray Diego de Soria, obtuvo durante su estancia en Roma una bula (permiso) del papa Sixto V para celebrar en la Nueva España unas misas llamadas de aguinaldo, que debían efectuarse del 16 al 24 de diciembre. Al fusionarse las raíces prehispánicas con las europeas, las posadas adquieren un nuevo matiz, donde se organiza una procesión encabezada por las imágenes de María y José mientras se cantan los villancicos al pedir posada ante una puerta cerrada, para posteriormente conseguir el albergue seguido con cánticos para concluir rezando el rosario.

El cantar "villancicos" viene del siglo XIV, de Alemania. Originalmente, la gente cantaba y bailaba alrededor de una mujer y su bebé en una cama, simbolizando a la madre María y al niño Jesús.

Las Piñatas

Las piñatas se remontan a la época de los griegos. El origen de la piñata es supuestamente romano, y proviene del vocablo "piñata" (vasija). Sin embargo, la costumbre es de origen español y nace en los ritos de la fertilidad, practicados con motivo del inicio del ciclo agrícola durante la primavera.

Este inicio acontece durante un carnaval que en España culmina el domingo siguiente al miércoles de ceniza y se denomina "domingo de piñata" pues en ese día se rompían las piñatas. La piñata se adorna con papeles de colores. Según la tradición católica, la piñata representa el mal, debe tener siete picos que son los siete pecados capitales.

El palo es la ayuda que da la iglesia para destruir el mal. La fruta son los beneficios que se reciben de Dios si se tiene fe. Se vendan los ojos porque la fe es ciega.

Esta es otra mentira con la que muchos inocentes se divierten, pero ¿qué relación tienen las piñatas con el nacimiento de Jesús? ¡Ninguna! Todo esto ha salido de una mente astuta, y se ha introducido poco a poco dentro del nacimiento de Jesucristo. "Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre, y aléjate de esto que no está de acuerdo con Dios" (2 Timoteo 2:22).


El Intercambio de Regalos


Para algunas personas este es el punto más importante de todo lo que se refiere a la observancia de la Navidad: la época de comprar e intercambiar regalos. Al respecto muchos exclamarán triunfalmente: “¡Para esto sí tenemos autorización bíblica! ¿Acaso Jesucristo al nacer no recibió regalos de los magos?”

Nuevamente la verdad nos ha de sorprender. Primero, veamos el origen histórico de la costumbre de dar aguinaldos para después ver lo que nos dice la Biblia al respecto.

Citamos lo siguiente de la Bibliotheca Sacra, volumen 12, páginas 153-155: “El intercambio de regalos entre amigos es característico tanto de la Navidad como de la Saturnalia y los cristianos seguramente lo tomaron de los paganos, como lo demuestra con claridad la amonestación de Tertuliano”.

La verdad es que la costumbre de intercambiar regalos con amigos y parientes durante la época navideña, ¡no tiene absolutamente nada que ver con el cristianismo! Aunque nos parezca extraño. ¡ello no celebra el nacimiento de Jesucristo ni lo honra a Él! Supongamos que alguna persona que usted estima está celebrando su cumpleaños. ¿La honraría usted comprando cantidades de regalos para todos los demás parientes y amigos; haciendo caso omiso de la persona a quien desea honrar? ¿No le parece absurdo desde este punto de vista?

Sin embargo, esto es precisamente lo que hace la gente en todo el mundo. Observan un día en que Cristo no nació, gastando todo el dinero que logran reunir para obsequiar regalos a sus parientes y amigos. Pero años de experiencia nos enseñan que los cristianos profesos suelen olvidarse de dar algo a Cristo y a su Obra en el mes de diciembre. Este suele ser el mes en que más sufre la Obra de Dios. Aparentemente la gente está tan ocupada intercambiando aguinaldos que no se acuerdan de Cristo ni de su Obra. Después, durante enero y aun febrero, tratan de recuperar todo lo que gastaron en Navidad, de modo que muchos, en lo que se refiere al apoyo que dan a Cristo y su Obra, no vuelven a la normalidad hasta marzo.

Veamos lo que dice la Biblia en Mateo 2.1, 11 respecto a los regalos que llevaron los magos cuando nació Jesucristo. “Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?… Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra”.

¿Por qué le llevaron regalos a cristo?

Notemos que los magos preguntaron por el niño Jesús, nacido rey de los judíos. Pero, ¿por qué le llevaron regalos? ¿Por ser su cumpleaños? ¡De ninguna manera!, ya que ellos llegaron varios días o semanas después de su nacimiento. Entonces, ¿lo hicieron para darnos ejemplo? ¡No! Tomemos nota. Ellos no intercambiaron regalos; más bien “le ofrecieron presentes” a Él, a Cristo. ¡No intercambiaron regalos con sus amigos y familiares, ni entre ellos mismos!

¿Por qué? El mencionado comentario bíblico de Adán Clarke, volumen 5, página 46, dice: “Versículo 11. (Le ofrecieron presentes.) En el Oriente no se acostumbra entrar a la presencia de reyes y grandes personajes con las manos vacías. Esta costumbre es señalada con frecuencia en el Antiguo Testamento y aún persiste en el Oriente y en algunas islas… del Pacífico Sur”.

¡Ahí está! ¡Los magos no estaban instituyendo una nueva costumbre cristiana de intercambiar regalos para honrar el nacimiento de Jesucristo! Actuaron de acuerdo con una antigua costumbre oriental que consistía en llevar regalos al presentarse ante un rey. Ellos llegaron en persona ante la presencia del Rey de los judíos. Por tanto llevaron obsequios de la manera que lo llevó la reina de Sabá a Salomón y así como hoy los llevan quienes visitan a un jefe de estado.

La costumbre de dar aguinaldos no tiene nada que ver con este acontecimiento; más bien es la continuación de una antigua costumbre pagana. En vez de honrar a Cristo, lo que hace es atrasar su Obra cada año en la época navideña.

Año Nuevo

¿Por qué se celebra el año nuevo con ruidos?

La alegría que hoy provoca el esperar el año nuevo con ruidos de cornetas, pitos, sirenas, fuegos artificiales, etc., no es otra cosa que la manera ahora más sofisticada de la costumbre que tenían los pueblos paganos de esperar su año nuevo. Ellos prendían fogatas y hacían grandes ruidos porque creían que de ese modo podían espantar los malos espíritus y dar lugar para que los buenos espíritus volvieran a la tierra y trabajaran en forma mágica en sus vidas.



El dios Janus

Nosotros le debemos a Roma Pagana la costumbre de observar el nuevo año el primer día del mes primero del año. Durante el primer siglo AC el emperador Romano Julio César, confeccionó un nuevo calendario, conocido como el calendario Juliano. Este calendario designaba a Enero como la fecha para empezar el año.

El nombre para el primer mes del año, también vino de Julio Cesar. El le dio al primer mes del nombre de Janus, en honor al dios Janus, considerado por los romanos el “dios de las puertas y los portales”, de allí viene el nombre January.

Los romanos creían que Janus era el dios que cuidaba las puertas del cielo y de la tierra, por eso lo pintaban sosteniendo en su mano derecha una gran llave con la que puede cerrar la puerta del viejo año y abrir las puertas del nuevo. También a Janus se lo pintaba sosteniendo un cetro en su mano izquierda, como un símbolo de su poder.

Al dios Janus se lo pintaba con dos caras. Debido a que los portales se abren hacia adentro y hacia afuera, Janus miraba con una cara atrás hacia el año viejo y con la otra hacia el año nuevo.

Para el primero de Enero los romanos celebraban a Janus con una gran festival. Frente a las grandes puertas del templo edificado a su nombre, los romanos se divertían, se alegraban y hacían grandes procesiones en su honor. Regalos especiales eran traídos al emperador en esa fecha, con los deseos de buen augurio. También se intercambiaban regalos entre los amigos. De las épocas de Roma pagana nos llega a nosotros la costumbre de dar regalos y desear buena suerte para el año nuevo.



¿De dónde viene el símbolo del Bebé de Año nuevo?

Este símbolo fue usado hace miles de años y probablemente se remonta a las tribus del sureste de Europa que adoraban al “dios del vino” llamado Dionisio por los griegos y más tarde llamado Baco por los Romanos. La Historia nos dice que los atenienses, representaban a Dionisio como un bebé durante los ritos que hacían para empezar el año nuevo, que en ese entonces lo celebraban para el tiempo de la primavera, entre marzo y abril. Ellos ponían a un bebé en un canasto y lo llevaban a un sitio de honor, precedido por un gran ceremonial. Para los atenienses, Dionisio simbolizaba el renacimiento de la vida en la primavera.



¿Fue el año nuevo celebrado siempre como un festival por los antiguas cristianos?

Los verdaderos cristianos guiados por el Calendario de Dios, tenían su calendario dividido en año civil y año religioso. Siguiendo los consejos de Dios recibían el año nuevo civil con un espíritu de recogimiento y humildad hacia Dios, con sus semejantes y arrepentimiento por las faltas cometidas durante el año. Esta preparación empezaba en la fiesta de las Trompetas y culminaba con un ayuno obligatorio en el día más sagrado del año, el día de la Expiación. Pero poco a poco con el correr del tiempo y a medida que los fieles seguidores de Jesús iban muriendo las verdades puras del Evangelio también iban desapareciendo e iban dando lugar a la tradición y al paganismo. En el siglo IV después de Cristo, con la aparente conversión de Constantino al cristianismo, la iglesia de Cristo, que una vez fuera pura en sus enseñanzas y en celebrar solo las fiestas que Dios había ordenado, se fue contaminando con las fiestas paganas que se introducían al culto verdadero de Dios. Es muy triste saber que hoy los seguidores de Jesús desconocen por completo las Fiestas Sagradas de Dios, las cuales tiene el plan de la salvación y participan celebrando las fiestas paganas, que están tapadas con un supuesto manto de santidad.

¿Honra a Cristo realmente?

Ahora veamos un argumento utilizado con frecuencia para justificar la observancia de la Navidad.

Hay quienes insisten en que a pesar de tener sus raíces en una costumbre pagana, ahora no se observa la Navidad para honrar a un falso dios, el dios Sol, sino para honrar a Jesucristo.

¿Que nos dice la palabra de Dios al respecto? “No caigas en la trampa detrás de ellos [los pueblos paganos] no consultes a sus dioses ni averigües como les daban culto dichos pueblos, para hacer tú lo mismo. Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios, porque ellos hacían a sus dioses cosas que detesta y abomina el Señor” (Deuteronomio 12.30-31, Nueva Biblia Española).

Asimismo, el profeta Jeremías nos advierte con respecto a las costumbres tradicionales de la sociedad que nos rodea: “Dice el Señor: No imitéis la conducta de los paganos… Los ritos de esos pueblos son falsos” (Jeremías 10.2-3, Nueva Biblia Española).

De nuevo, Jesús dijo: “Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mateo 15.9). La observancia de la Navidad es un mandamiento de hombres y esto lo ha prohibido Dios. Jesucristo dijo además: “Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición” (Mateo 15.6).

Esto es precisamente lo que hacen hoy millones de personas. Desechan el mandamiento de Dios. Su mandamiento con respecto a la celebración de costumbres paganas para honrar o adorar a Dios es clarísimo: “Tú no harás lo mismo con el Señor, tu Dios”. Sin embargo, la mayoría de la personas toman a la ligera este mandamiento y lo invalidan siguiendo la tradición de los hombres al observar la Navidad.

¡No nos equivoquemos! Dios nos permite desobedecer. Nos permite seguir las costumbres de los hombres. Nos permite pecar. Pero también nos advierte que habrá un día de juicio en el que ¡segaremos lo que hayamos sembrado! Jesucristo fue la Palabra viviente y personal de Dios, y la Biblia es la Palabra de Dios escrita. ¡Por esas palabras seremos juzgados para toda la eternidad! No debemos hacer caso omiso de ellas ni tomarlas a la ligera.

¿Estamos haciendo practicas Babilónicas sin Saberlo?

La Navidad se ha convertido en una fiesta comercial, sostenida en parte por las compañías y campañas publicitarias más grandes. En muchos lugares vemos a un “Papá Noel” disfrazado. Los anuncios publicitarios nos mantienen engañados sobre el “espíritu navideño”. Los diarios que publican estos anuncios también publican editoriales que exaltan y elogian la festividad pagana y su “espíritu”. La gente crédula está tan convencida que muchos se ofenden al conocer la verdad. Pero el “espíritu de Navidad” es revivido cada año, no para honrar a Cristo ¡sino para vender mercancías! Como todos los engaños de Satanás, la Navidad también se presenta como “ángel de luz”, algo aparentemente bueno, Todos los años se derrochan miles de millones en compras… ¡mientras la causa de Cristo sufre por ello! ¡Esto es parte del sistema económico de Babilonia!

Nos hemos denominado naciones cristianas, pero sin saberlo estamos realmente en Babilonia, tal como lo predijo la Biblia. Apocalipsis 18.4 nos advierte: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas”.

Este año, en lugar de intercambiar regalos, ¿por qué no invertir ese dinero en la Obra de Dios?

Amado hermano juzga correctamente y ve si esta fiesta es bíblica o es una costumbre puesta por la Iglesia romana. Cristo decía: "En vano me honran, enseñando como doctrinas mandamientos de hombres. Porque dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres..." (Marcos 7:7,8).

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