Todos los edificios públicos y museos fueron evacuados.
El terremoto tuvo su epicentro en una localidad a 120 kilómetros de Washington D.C., pero la capital también sintió el temblor de tierra y entró en estado de emergencia.
Todos los museos y centros turísticos cerraron, el metro fue suspendido temporalmente y las calles quedaron atascadas en un caos vehicular. Ni las ambulancias, ni camiones de bomberos ni carros de policía podían desplazarse con facilidad a pesar del constante alarido de sus sirenas.
Como el sismo ocurrió a pocos días del décimo aniversario de los ataques de 11-S, varias personas pensaron que se trataba de otro atentado.
Helicópteros sobrevolaban la ciudad, muchos transportando personal oficial del capitolio, la Casa Blanca y otras oficinas del Estado.
Sin transporte y sin teléfono
Escuché algunas personas murmurar entre sí sobre si habían sentido algo. Como el monumento es al aire libre y no tiene edificaciones altas alrededor, los visitantes continuaron como si nada.
En otras partes, sin embargo, la historia fue diferente:
El monumento de Washington, un enorme obelisco en el corazón de Washington fue inmediatamente desocupado y a nadie le fue permitido acercarse a menos de unos 400 metros. Entretanto, un helicóptero circunvolaba una y otra vez la estructura intentando detectar si había sufrido daños.
La gran zona verde aledaña, conocida como The Mall, estaba atiborrada de gente, la mayoría turistas sorprendidos o descorazonados de que tuvieron que ver cancelados los eventos de día.
Lento regreso a casa
Rápidamente se dieron cuenta de que no era así cuando fueron ordenados a evacuar los salones en orden por miedo a que el techo de cristal del museo se viniera abajo.
Todos, turistas, funcionarios, trabajadores, se mezclaron bajo la sombra de los árboles que rodean The Mall, la explanada del centro de Washington, intentando informarse o llamar a sus allegados con poco éxito, pues la líneas telefónicas estaban completamente congestionadas.
Tampoco había mucha oportunidad de ir a ningún lado, pues el tren metropolitano fue suspendido temporalmente, los taxis estaban todos tomados y el tráfico vehicular marchaba a paso de tortuga pues los semáforos se descompusieron.
Horas después del sismo continúa la congestión de tráfico y de público. Las autoridades han alertado a los transeúntes que tendrán un lento regreso a casa, mientras se termina la inspección de los rieles del metro.
BBC
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