Balance de Víctimas
Más de mil personas pueden haber muerto por el devastador terremoto de 8,9 grados de magnitud en la escala de Richter que ha sido seguido de un fuerte tsunami en el este de Japón, un país acostumbrado a los temblores pero que nunca había visto nada semejante. La cifra de desaparecidos podría ascender a 88.000, según informa la agencia local Kyodo. Trece horas después, un nuevo terremoto de 6,6 grados volvió a sacudir las provincias de Nagano y Niigata, en la costa occidental de Japón. La fuerte réplica tuvo lugar hacia las 04.00 hora local (19.00 GMT) y se sintió en Tokio, donde los edificios volvieron a temblar.
El Ministerio de Defensa japonés dijo que cerca de 1.800 viviendas en la provincia oriental de Fukushima han quedado destruidas, por lo que la cifra final de fallecidos puede superar el millar, según Kyodo. Por el momento el recuento oficial habla de 133 muertos y 531 desaparecidos, mientras que las autoridades de la ciudad de Sendai dicen que hay entre 200 y 300 víctimas mortales por el tsunami que ha devastado esa zona costera.
El Gobierno ha enviado 8.000 militares para las labores de rescate a las áreas afectadas, sobre todo las provincias de Miyagi e Iwate, mientras se temen fugas radiactivas de una central nuclear de Fukushima, por lo que 3.000 personas fueron evacuadas.
El terremoto destruyó edificios, provocó incendios y paralizó el transporte en el noreste de Japón, mientras en Tokio los edificios temblaron y se suspendieron las comunicaciones ferroviarias y el metro, por lo que centenares de miles de personas se quedaron bloqueadas sin poder regresar a sus casas. Casi más que la fuerza del temblor fueron las olas, de hasta diez metros de altura, las que causaron una mayor devastación en muchas localidades de la costa noreste nipona, llevándose a su paso coches, edificios y barcos.
En Sendai, la capital de Miyagi con un millón de habitantes, se calculan en unas trescientas las personas que fallecieron ahogadas por la fuerza del mar. Tras el fuerte terremoto, los sobresaltos continuaron hasta primeras horas del sábado en Japón. En plena madrugada, una nueva alerta de tsunami se activó para toda la costa oriental de Japón mientras seguían sucediéndose sin pausa las réplicas del seísmo.
Se contaron 60 solo en la jornada del viernes, cuatro de 7 grados o más en la escala de Richter, y, ya de madrugada, otros tres terremotos de más de 6 grados en la escala abierta de Richter en Nagano (norte de Japón), en la otra costa del Mar de Japón, provocaron más inquietud en un país sobresaltado. La tierra no dejó de temblar en Japón desde que, a las 14.46 hora local (5.46 GMT), se produjo el devastador seísmo, con epicentro a 130 kilómetros de la costa y una profundidad de 20 kilómetros, el más grave sucedido en un país habituado a temblar.
El séptimo terremoto más potente
Japón, uno de los países más densamente poblados del mundo, se asienta en el llamado Anillo de Fuego del Pacífico y los seísmos son relativamente frecuentes. Es el país más preparado del mundo para hacer frente a los terremotos, con normas de construcción muy estrictas, un protocolo de emergencia que paraliza los medios de transporte nada más producirse los seísmos y un código de respuesta que la población ha interiorizado desde la infancia.En este caso, no obstante, la magnitud del seísmo,el séptimo más potente de la historia, provocó cuantiosos daños personales y materiales, e interrumpió las comunicaciones en gran parte del país, sin que aún se haya determinado su verdadero alcance. El último cómputo oficial de las autoridades hablaba a las 06.00 hora local del sábado (21.00 GMT del viernes) de 184 fallecidos y 708 desaparecidos, pero se teme que el número sea mucho mayor y los medios locales dan por hecho que sobrepasará el millar. Una de las grandes preocupaciones es el estado de las centrales nucleares, una docena de las cuales quedaron paralizadas automáticamente de acuerdo con el protocolo de emergencia.
En la central nuclear de Fukushima el seísmo causó problemas con el sistema de ventilación de la planta y se elevó el nivel de radiactividad en uno de los edificios que alberga un reactor. El ministro japonés de Economía, Banri Kaieda, consideró posible que en la situación actual pueda producirse alguna fuga, aunque precisó en que en cualquier caso sería pequeña. El ministro portavoz, Yukio Edano, advirtió de que el país ha sufrido un número "extremadamente alto" de víctimas y pidió a la población que esté preparada para nuevas réplicas que, dijo, podrían llegar a alcanzar la misma intensidad que el terremoto original.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ha confirmado a 20minutos.es que su embajada en Japón tiene registrados a 1.600 españoles, tres de ellos residentes en la provincia más afectada por el seísmo. Sin embargo, se desconoce todavía su paradero.
El seísmo puede haber desplazado casi 10 centímetros el eje de rotación de la Tierra, según un estudio preliminar del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología de Italia (INGV). El INGV, que desde 1999 ha estudiado los numerosos fenómenos sísmicos registrados en Italia, como el devastador terremoto de la región de Los Abruzos del 6 de abril de 2009, explica en una nota que el impacto del seísmo de Japón sobre el eje de la Tierra puede ser el segundo mayor del que se tiene constancia.
"El impacto de este suceso sobre el eje de rotación ha sido mucho mayor que el del gran terremoto de Sumatra de 2004 y probablemente es el segundo mayor, sólo por detrás del terremoto de Chile de 1960", reza el comunicado. 20minutos
Japón decreta "emergencia nuclear" en una central
Las autoridades japonesas han declarado una "situación de emergencia nuclear" en la central atómica de Fukushima Daiichi, después del seísmo de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió hoy el país, indicó el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).Según la información aportada por las autoridades niponas a la agencia nuclear de la ONU, el seísmo y el posterior tsunami cortaron el flujo de energía eléctrica en la central y el motor diesel de emergencia que debía suplir esa carencia tampoco funciona, debido a los daños causados por el desastre natural.
En la actualidad, las autoridades siguen tratando de arreglar el sistema alternativo de energía para poner cuanto antes en marcha el mecanismo de refrigeración de la central nuclear, señaló el OIEA en un comunicado difundido en Viena. El combustible nuclear requiere de un enfriamiento continuo incluso cuando las instalaciones atómicas han dejado de funcionar, recordó la agencia nuclear de la ONU.
En otra planta nuclear cercana, Fukushima Daini, las autoridades han establecido el "estado elevado de alerta", sin que el OIEA ofrezca más detalles sobre la situación. "El OIEA busca más detalles sobre la situación en Fukushima Daiichi y otras plantas de energía nuclear y reactores de investigación, incluyendo información sobre suministros de energía eléctrica, los sistemas de refrigeración y la condición de los reactores", afirmó.
El terremoto paralizó la actividad de once centrales nucleares, aunque el Gobierno japonés ha negado la existencia de fugas radiactivas. No obstante, como dicta el protocolo nipón en estos casos, el Ejecutivo ha decretado el estado de emergencia de energía nuclear.
Miles de personas que residían en un radio de tres kilómetros de la central de Fukushima Daiichi fueron evacuadas a petición de las autoridades locales, al detectarse problemas en la planta. En EE UU se produjo en 1979 uno de los accidentes nucleares más graves de la historia en la central de Three Miles Island, debido a que temperaturas muy elevadas causaron una fusión parcial del núcleo del segundo reactor y una posterior nube radiactiva.
20minutos
¿Qué son y cómo se originan los tsunamis como el de Japón?
El tsunami, como el desatado tras el potente terremoto registrado este viernes en Japón, es una gran ola o una serie de olas producidas en una masa de agua por el empuje violento de una fuerza que la desplaza verticalmente.Este término es de origen japonés -compuesto de "tsu" que significa "puerto" y de "nami" que significa "ola"- y fue adoptado en un congreso de 1963.
Las olas que forman el tsunami llegan a la costa separadas entre sí por unos quince o veinte minutos.
La primera no suele ser la más alta, sino que es muy parecida a las normales; después se produce un impresionante descenso del nivel del mar seguido por la primera ola gigantesca, y a continuación por varias más.
Antiguamente se les llamaba "marejadas", "maremotos" u "ondas sísmicas marinas", pero estos términos han ido quedando obsoletos, al no describir adecuadamente el fenómeno. Los dos primeros implican movimientos de marea, un fenómeno diferente provocado por la atracción gravitacional ejercida por los planetas, el Sol y la Luna.
¿Causados sólo por terremotos?
Los terremotos son la mayor causa de tsunamis, aunque también pueden provocarlos volcanes, meteoritos, derrumbes costeros o subterráneos e incluso explosiones de gran magnitud.
Para que un terremoto origine un tsunami el fondo marino debe ser movido abruptamente en sentido vertical, de modo que el océano es impulsado fuera de su equilibrio normal. Cuando esa inmensa masa de agua trata de recuperar su equilibrio, se generan las olas.
El tamaño del tsunami está determinado por la magnitud de la deformación vertical del fondo marino.
Existen escalas para describir la energía de los tsunamis, aunque, a diferencia de los terremotos, se basan fundamentalmente en las manifestaciones en la costa.
Alerta de tsunamis
Aunque no hay mecanismos para predecir terremotos, sí los hay para alertar del tsunami antes de su llegada a la costa, pues su velocidad de propagación es mucho menor que la de las ondas sísmicas.
La alerta de tsunamis funciona eficazmente y desde hace años en Japón y en EEUU. El sistema de alarma en el Pacífico se estableció después de que en 1946 el tsunami que siguió a un terremoto en las islas Aleutianas causara 165 muertos en Hawai y Alaska.
Aunque cualquier océano puede experimentar un tsunami, es más frecuente que ocurran en el Pacífico, cuyas márgenes son asiento de terremotos de magnitudes considerables (especialmente las costas de Chile, Perú y Japón). Sin embargo, también hubo olas gigantes importantes en el Atlántico e Indico, y en el mar Mediterráneo.
Maremotos devastadores
Un gran tsunami acompañó los terremotos de Lisboa en 1755, del Paso de Mona de Puerto Rico en 1918 y de Grand Banks de Canadá en 1929.
El seísmo de Lisboa, el 1 de noviembre 1755, tuvo su epicentro en el mar, al suroeste del Cabo San Vicente, y sus olas de doce metros arrasaron las costas de españolas Huelva y Cádiz causando unos 2.000 muertos.
El tsunami más devastador hasta ahora ocurrió el 26 de diciembre 2004, tras un terremoto de 8,9 grados en la escala Richter con epicentro frente a la isla indonesia de Sumatra, y causó casi 230.000 muertos, la mayoría de ellos en Indonesia, aunque también afectó a Sri Lanka, India, Tailandia, Somalia y las Islas Maldivas, entre otros países. 20minutos
Comentario:
Cristo explicó los temibles juicios que habrían de preceder a su segunda venida:"Oiréis guerras, y rumores de guerras... Porque se levantarán nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestilencias, y hambres y terremotos por los lugares. Y todas estas cosas, principio de dolores" Mateo 24:6-8. Aunque estas profecías se cumplieron parcialmente con la destrucción de Jerusalén, se aplican más directamente a los postreros días.- 2JT351 1899"Las naciones están en desasosiego. Nos aguardan tiempos de perpejidad. Los corazones de los hombres están desfalleciendo por el temor de las cosas que sobrevendrán sobre la tierra. Pero aquellos que creen en Dios oirán su voz en medio de la tormenta, que dice: Yo soy no temáis."ST Octubre 9, 1901.
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