En 2010 se alcanzó récord de emisiones de CO2 y hace pensar en el posible fin de la humanidad.
La cifra asusta: 30,6 gigatoneladas (una giga equivale a multiplicar por mil millones) de emisiones de dióxido de carbono (CO2) emitió el sector energético en todo el mundo durante 2010, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).Tras una caída en 2009 provocada por la crisis financiera mundial, las emisiones volvieron a subir, superando en 5% el record histórico de 2008, fijado en 29,3 gigatoneladas. Lo preocupante es que, según la AIE, el 80% de las emisiones del sector energético previstas para 2020 ya se alcanzaron y provienen de fábricas en actividad o en construcción.
Muchas veces se ha hablado del fin de la humanidad, y la noticia, por preocupante que sea, insinúa que la contaminación es solo una de las posibilidades que tiene la humanidad de extinguirse. ¿Cuáles son las otras posibilidades y qué tan real es su amenaza? Vea la galería de posibles causas por las que se podría producir el fin de la humanidad.
El impacto de un asteroide
Se cree que el meteorito que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años nubló la Tierra durante diez años, tenía un diámetro de 10 kilómetros y dejó un cráter de 170. El impacto generó más fuerza que todo el arsenal atómico mundial y acabó con al menos el 50% de las especies vivas.
Cada tanto sale la noticia de que un cuerpo extraño va a golpear la Tierra en un futuro, lo que prende las alarmas en todo el planeta. La última y más tangible de ellas es el Apofis, un meteorito de apenas 270 metros de diámetro pero que podría generar la fuerza de 40.000 bombas atómicas. Las posibilidades de golpear contra el planeta son de 1 en 45.000 aunque cálculos iniciales hablaron de 1 en 450. Estará cerca al planeta a partir de 2029 y un pequeño desvío en su órbita podría hacerlo golpear en 2036.
En 1908 un cometa de apenas 80 metros de diámetro golpeó la Tierra y afectó un área de 2.150 kilómetros cuadrados, tumbando árboles y rompiendo ventanas. Por fortuna el impacto se produjo en una deshabitada zona de Siberia, en Rusia. Se dice que durante varios días se pudo leer en partes de Europa sin necesidad de luz artificial.
Las posibilidades de sufrir un golpe por un objeto extraño a la Tierra son infinitas. El telescopio espacial WISE, lanzado al espacio el 14 de enero de 2010, mandó un mes después cuatro millones de imágenes del universo que permitieron descubrir miles de asteroides, millones estrellas y galaxias en las zonas más alejadas del espacio.
Tormenta solar
Existe algo llamado Actividad Máxima Solar, que no es otra cosa que una onda hecha de radiación y viento solar que se desprende del sol. Si llega a la Tierra y su campo magnético está orientado al sur, puede dañar los circuitos eléctricos y los sistemas de comunicación, además de reducir el campo magnético de la Tierra por un período. Algo así ocurrió en 1859 y afectó los telégrafos en buena parte del mundo, invento que había empezado a operar pocos años antes. También se observaron auroras en zonas inusuales como Roma, Madrid y La Habana. De ocurrir algo así en nuestros días, el sistema eléctrico colapsaría y tardaría años en recuperarse. Los aparatos electrónicos dejarían de funcionar, se producirían incendios, que junto con otras catástrofes causaría la muerte de millones.
Suicidios colectivos
El posible fin del mundo por profecías religiosas ha causado tragedias en varias oportunidades. En 1978 se produjo el suicidio de 900 más en el Proyecto agrícola del Templo del Pueblo, una secta autónoma que nació en Indiana, Estados Unidos, y que posteriormente se trasladó a Guyana para poder operar sin restricciones del gobierno estadounidense. Durante su existencia se reportaron abusos por parte de su líder, Jim Jones, que incluía encerrar en cajas y echar a pozos a quien desobedeciera sus mandatos. Cuando el fin de la comunidad era evidente por la intervención del gobierno norteamericano, Jones indujo al suicidio a sus miembros, que llegaban a los mil, 270 de ellos niños, haciéndolos tomar cianuro mezclado con otras bebidas como limonada.
En Uganda, África, temerosos por la llegada del año 2000, cerca de 800 seguidores de la secta de la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios se encerraron en su iglesia, bloquearon puertas y ventanas, rociaron gasolina sobre sus cuerpos y se prendieron fuego hasta morir.
El líder de la secta era Joseph Kibwetere, un político que tras perder unas elecciones y desaparecer durante varios años volvió a la vida pública afirmando que había tenido una conversación con Jesús y La Virgen en la que aseguraban que el fin del mundo llegaría con el año 2000.Tras años de predicar sus creencias, su llamado para inmolarse vivos y así alcanzar la salvación fue atendido por ochocientas personas.
La Organización Mundial de la Salud estima que para 2020 la depresión será la segunda causa de muerte en todo el mundo, lo que podría causar que la tasa de suicidio alcance números nunca antes vistos.
Calentamiento global
Jeremy Rifkin, asesor de Al Gore durante el gobierno de Bill Clinton y consultor de empresas y gobiernos en materia ambiental en todo el mundo, asegura que las visiones apocalípticas a causa del deterioro del medio ambiente avanzan más rápido de lo que se creía. Según el economista de 68 años, se esperaba el deshielo del Ártico para finales de siglo y la desaparición de los glaciares de montaña para el próximo, pero ambas cosas están ocurriendo hoy. En palabras de Rifkin, al alteración del ecosistema global a cusa del aumento de temperatura se podría estar produciendo entre esta generación y la de nuestros nietos.
El 2009 fue el año más caluroso de la historia (2010 fue el segundo con más calor) y se estima que en los últimos 40 años se produjo más basura que en toda la historia de la humanidad. Todo apunta a que una catástrofe ecológica es más posible de lo que se cree.
La Tercera Guerra
La II Guerra Mundial dejó más de cincuenta millones de muertos. Fue hace 56 años y no existían armas tan letales como las de hoy. Su fin llegó con el único ataque nuclear masivo en la historia de la humanidad, las bombas de Hiroshima y Nagasaki, que dejaron más de 200.000 muertos y aún más heridos.Conflictos locales hay en todo el mundo, desde la revolución árabe de los últimos meses, pasando por el conflicto entre India y Pakistán y el de las dos Coreas. Cualquiera de estos, que tienen repercusiones internacionales e intervenciones de otros países, podría ser la chispa que encienda una tercera guerra mundial.
Las cifras hablan solas: según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), ocho países (Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán e Israel) tienen más de 20.500 cabezas nucleares.
En 2010 se gastaron 1 billón 630.000 millones de dólares en compra de armas en todo el mundo. India es el más importante importador de armas, mientras que Estados Unidos está a la cabeza de la fabricación.
Desastres naturales
El tsunami que golpeó a Japón en marzo de este año pudo haber desplazado en diez centímetros el eje de la Tierra. El hecho podría ser la primera señal de las muchas profecías del fin del mundo por causas naturales que existen. Las muertes en Japón superaron las diez mil, cifra que aunque significativa palidece ante los casi 250.000 muertos que dejó el tsunami que azotó a Indonesia, Tailandia y otros lugares de Asia en diciembre de 2004.
En lo que a volcanes se trata, el llamado Cinturón de fuego del Pacífico tiene una extensión de 40.000 kilómetros, incluye 452 volcanes (el del 75% del mundo) y es el causante de la mayoría de terremotos que se registran.
El Krakatoa, entre las islas de Java y Sumatra, hace parte de Cinturón del Pacífico. Su erupción más violenta se produjo en 1883, matando a casi 40.000 personas y dejando oír su explosión a casi 5000 kilómetros de distancia, lo que es considerado el sonido más ruidos de la historia. Dicha erupción fue el equivalente a 7000 bombas atómicas de Hiroshima.
Sin embargo, Krakatoa no es nada si se compara a las explosiones de los llamados "supervolcanes", un término relativamente nuevo utilizado para explicar las erupciones que superan los mil kilómetros cúbicos de magma.
La explosión de un supervolcán en el lago de Toba, en Indonesia, hace 75.000 años, mató a la mayoría de los humanos del planeta, dejando vivos a apenas cinco mil y dando origen a la llamada Edad del hielo.
La famosa caldera de Yellowstone, en Estados Unidos, podría pasar de ser una simple atracción turística a la causa de desastres globales. Se conocen de dos explosiones en el lugar: hace 2,2 millones de años (2.500 km³ de magma) y hace 640.000 años (1.000 km³).
Enfermedades
El mundo acaba de conmemorar los treinta años de la aparición del Sida, enfermedad global que ha contagiado a más de 30 millones de personas. Y aunque el Sida no es curable, se ha mantenido a raya gracias a los adelantos científicos.Mucho antes de eso, en 1918, la llamada gripe española causó la muerte de 40 millones de personas, mientras que la viruela se llevó a una cifra que se estima entre 300 y 500 millones de seres humanos desde que hizo su aparición miles de años antes de Cristo hasta su erradicación por la mano del hombre, a mediados de los setenta del siglo pasado.
Enfermedades como el Ébola, que se contagio por el contacto con cualquiera de los fluidos corporales, ataca a África por oleadas y tienen un índice de mortandad en ocasiones superior al 80%, son de rápida propagación y podrían causar una pandemia de proporciones nunca antes vistas.
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