"Y todo esto será principio de dolores" Mateo 24:8
¿Qué significan las horribles calamidades ? Dios tiene un propósito al permitir que ocurran estas calmidades. Es el de llamar a hombres y mujeres a la reflexión. Mediante fenómenos insólitos a través de la naturaleza, Dios expresará a los incrédulos agentes humanos aquello que ha revelado claramente en su Palabra.
Sabemos que el Señor viene muy pronto. Rápidamente el mundo está llegando a ser como en los días de Noé. Antes de que el Hijo del Hombre aparezca en las nubes de los cielos aumentarán las catástrofes naturales. Mediante la predicación del Evangelio al Mundo, está a nuestro alcance apresurar la venida de Nuestro Señor.
El siguiente es un breve resumen del año 2010 y sus mayores desastres naturales:
Este año pasará a la historia como uno de los más abundantes en catástrofes naturales de diverso tipo, como terremotos, erupciones volcánicas, calor y frío extremos, sequía o lluvias intensas con severas inundaciones, cuya huella tomará tiempo borrar.
Sin duda alguna que el terremoto del 12 de enero en Haití es uno de los eventos más impactantes por el número de víctimas que provocó en un país que ya estaba devastado por la miseria, la falta de servicios indispensables y la debilidad institucional.
El hacinamiento y la pobreza exacerbaron los efectos del sismo, que en minutos mató a casi 200 mil personas y dejó en la intemperie a un millón y medio que, casi un año después, aún están en el desamparo.
Aún no había transcurrido un mes cuando la tierra tembló de nuevo, esta vez en Chile, con una intensidad decenas de veces mayor, aunque en una región menos poblada y con mejores condiciones de infraestructura.
En Europa la erupción de un volcán en Islandia provocó el caos en el tráfico aéreo, que debió cerrarse debido a las inmensas nubes de ceniza y gases que se acumularon en la atmósfera.
Si bien los expertos no han establecido un vínculo entre estos fenómenos y el cambio climático, si advierten que se debe preparar a la población para enfrentar catástrofes cada vez más frecuentes.
Margareta Wahlstron, representante de la Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, una entidad de la ONU, señaló que estos acontecimientos no deben verse como hechos fortuitos o aislados y que en un futuro próximo podrían ser la norma, por lo que hay que estar atentos.
Pero si bien el calentamiento global podría estar desconectado de terremotos y erupciones, no ocurre lo mismo con otros desastres que castigaron a muchos países este año.
En Pakistán se sufrieron en el mes de agosto las más costosas inundaciones de su historia reciente que dejaron bajo el agua a una quinta parte de su territorio, dañando extensas zonas de cultivos y afectando a más de 20 millones de personas.
La situación humanitaria causada por las lluvias sólo puede ser comparada con la de Haití y, al igual que ocurrió en la nación caribeña, la ayuda internacional llegó a cuentagotas.
Si bien el agua empapó a Pakistán, Rusia sufrió la peor ola de calor de los últimos 130 años con un récord de temperatura de 43,8 grados centígrados, lo que desató graves incendios que llegaron hasta las puertas mismas de Moscú, que quedó en penumbras debido al humo.
Venezuela y Colombia también sufrieron los efectos del cambio climático con inusuales lluvias que inundaron amplias regiones y crearon una situación de emergencia.
Paradójicamente, 2010 será uno de los años más cálidos, pero se está despidiendo con gélidas temperaturas que ocasionaron el caos en varias capitales europeas y en Estados Unidos, donde el tránsito aéreo y terrestre está dislocado por la nieve y el hielo.
Mientras un acuerdo internacional para detener la contaminación aún demora, el clima ya está cambiando y los efectos serán cada vez peores y más costosos, desde el punto de vista humano y económico. Lo que hemos visto a lo largo de estos 12 meses podría ser sólo una señal de alarma, o quizás el principio del fin para un planeta agotado, que está siendo empujado cada vez más a su límite de una manera bastante tonta e irresponsable.Por:Guillermo Alvarado
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