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viernes, 15 de enero de 2010

¿Una crisis global para un Nuevo Orden Mundial?



Autor:
David del Fresno
CAMINEO.INFO.- En este análisis vamos a exponer una breve reflexión acerca de la crisis económica en la que estamos sumidos, sus antecedentes y sus posibles peligros para el concepto de “Soberanía Nacional”.

“De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional que se ha practicado durante siglos en el pasado, por la soberanía de una élite de técnicos y de financieros mundiales” (David Rockefeller)

La mayoría de los analistas que sobre este asunto han investigado, parecen coincidir en afirmar que el Nuevo Orden Mundial es una idea que parte del alemán Adam Weishaupt.

“Es preciso establecer un régimen de dominación universal, una forma de gobierno que se extienda por todo el planeta. Es preciso conjuntar una legión de hombres infatigables en torno a las potencias de la tierra, para que extiendan por todas partes su labor siguiendo el plan de la Orden” (Adam Weishaupt, fundador de los “Illuminati”)

Weishaupt, profesor de Derecho canónico en la Universidad de Ingolstadt, funda en 1.776, bajo el sobrenombre de “Spartacus” una sociedad secreta denominada primero "los Perfectibilistas" y más tarde "Los Iluminados de Baviera" o más popularmente “Los Illuminati”, con el propósito de derrocar a los reyes y gobernadores de todo el mundo, erradicar a todas las religiones y creencias, y acabar subyugando a todas las naciones bajo un nuevo orden mundial, basado en un sistema de gobierno internacionalista con una moneda única y una religión universal, donde, según sus creencias, cada persona lograría la perfección.

No era ésta una orden masónica, si bien imitaba o se inspiraba en los rituales masónicos. La Orden terminó su corta vida en 1784 y desapareció a fines del Siglo XVIII. Hoy día su idea sigue perenne y, en base a lo indicado por afamados investigadores, todo parece apuntar a las fundaciones ligadas a los clanes Rockefeller y Rothschild como sus principales avalistas.

En la actualidad, los promotores de este Nuevo Orden parten de las siguientes premisas:

1º) El sistema político democrático está agotado.
2º) El sistema económico capitalista está agotado.
3º) Las religiones monoteístas son un obstáculo para el Nuevo Orden.

Sin utilizar la violencia, han venido diseñando y llevando a cabo durante los últimos 40 años un complejo conjunto de acciones para conseguir un «ciudadano pacífico» que acepte de buena gana su Nuevo Orden –nuevo orden inspirado en el ideal masónico, todo hay que decirlo- sin plantear objeciones de ningún tipo, siguiendo al pie de la letra una estrategia fundamental:

"Mejor que hacer uso de un proceso violento que pueda antojarse inaceptable y generar una rebelión, es mejor hacer uso de un proceso gradual, presentándolo de una manera tan atractiva que lo haga aceptable para la mayoría de la población” (Bzigniew Brzezinsky).

En estos momentos, las estructuras de poder mundial se están jugando la conquista del planeta para reordenarlo según sus intereses, haciendo caso omiso de las necesidades reales de una humanidad que, en su vasta mayoría, está sufriendo penurias gracias a un sistema económico, político y financiero que -nos atrevemos a decir- ha sido construido sobre la más completa amoralidad y falta de ética.

En los últimos años, el dinero fácil y barato ha generado un endeudamiento de las familias y de los gobiernos, tan alegre como creciente, al que parece cada vez más difícil hacer frente. Estamos todos sin excepción sumidos en una crisis que está dejando cada vez más en evidencia al sistema financiero, bancario y monetario que rige al mundo desde hace décadas, y cuyos defectos -¿tal vez vicios?- han permitido que un pequeño conjunto de personas acumule un poder casi absoluto sobre los mecanismos que rigen el funcionamiento de la economía global. Este poder casi absoluto es el que ha permitido la aparición de una crisis financiera al mismo tiempo y en todo el mundo, que, en nuestra opinión, puede ser cualquier cosa menos casual.

Nosotros nos preguntamos: ¿Cómo ha sido posible que se hayan podido equivocar todos los economistas de todo el mundo, todos al mismo tiempo, y todos cometiendo los mismos errores? ¿Cabe pensar que todo esto es algo que haya sobrevenido por mera casualidad? ¿Cómo ha sido posible que haya sobrevenido en todo el mundo un colapso económico tan repentino e inadvertido, como catastrófico?

“La actual ventana a la oportunidad para que quizá un nuevo orden mundial se construya, no estará abierta durante mucho tiempo. Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial.” (Nelson Rockefeller. Cena de los Embajadores de Naciones Unidas. Año 2005)

Pues bien: Cuando ya sabemos que la principal causa de este colapso no han sido los “malos negocios”, sino el endeudamiento peligroso permitido –¿tal vez fomentado?- por los propios grandes bancos internacionales, cuyos dirigentes forman parte -en su mayoría- de organismos privados de promoción del Nuevo Orden, parece cada vez más razonable pensar que, en realidad, se trata de una crisis económica artificial, provocada por algunos para generar en todo el mundo una sensación creciente de pánico que convenga a sus intereses.

En nuestra opinión, la crisis económica que padecemos podría estar sirviendo a la implantación del Nuevo Orden Mundial en la medida que está obligando a los Gobiernos a dirigirse al capital privado para conseguir préstamos, generando automáticamente las condiciones más idóneas para que los detentadores de los monopolios del dinero, puedan -llegado el caso- llegar a sumergir al Estado en una situación muy peligrosa: Esos préstamos, que ya constituyen desde el primer momento una carga creciente para el conjunto de la Nación, pueden terminar dando como resultado una pérdida de Soberanía Nacional directamente proporcional a la deuda contraída.
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