Lombardi confirma que Benedicto XVI estará con Francisco en la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
El Papa emérito Benedicto XVI concelebrará junto al Papa Francisco la ceremonia de la canonización de los pontífices Juan Pablo II y Juan XXIII, según ha confirmado el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi.
"El Papa emérito ha aceptado la invitación del Papa Francisco", ha afirmado Lombardi. Además, ha precisado que Benedicto XVI no estará en el lado del altar sino en el sector izquierdo. A falta de la confirmación de la aceptación del Papa emérito a la invitación a participar en las canonizaciones, ya se hablaba de este acto como el día de los cuatro papas.
Los actos del 27 de abril, minuciosamente preparados y que han hecho que Roma y la Ciudad del Vaticano estén abarrotadas de cientos de miles de peregrinos, turistas y delegaciones oficiales, son el punto final de un reglado proceso de canonización.
A Juan Pablo II los fieles ya le habían ascendido a los altares tras el "santo subito" (santo ya) que resonó tras su muerte en la Plaza de San Pedro en 2005; en el caso de Juan XXIII su causa de canonización se había ido quedando atascada en la llamada "fabrica de los santos" hasta la llegada del Papa Francisco.
Los dos futuros santos están tan próximos en el tiempo que sus causas se entrelazan, hasta el punto de que el segundo, el polaco Karol Wojtyla, fue el encargado de decretar las "virtudes heroicas" y la beatificación de Angelo Roncalli.
No obstante, ambos pontífices han atravesado un complejo proceso de canonización, requisito imprescindible para ser santo católico. La primera etapa de este proceso es ser reconocido Siervo del Señor y, para ello, los postuladores de la causa presentan a la Santa Sede un informe que, tras su examen, tiene que emitir el decreto "Nihil Obstat". Con este decreto se inicia oficialmente el proceso, al no darse ningún impedimento para que de comienzo, y se nombra al protagonista "Siervo del Señor".
La Santa Sede comenzó a estudiar el caso de ambos pontífices con celeridad. El proceso del 'Papa Bueno', como se conocía a Juan XXIII, comenzó en 1965, dos años después de su muerte, mientras que el del polaco fue el mismo año de su fallecimiento, en 2005, por deseo expreso de su sucesor, Benedicto XVI, quien eliminó el requisito canónico de esperar cinco años tras la muerte para comenzar la causa.
La siguiente etapa consistirá en recibir el reconocimiento de sus "virtudes heroicas", un título que les convertiría en Venerables Siervos del Señor. Para que esto suceda, una comisión jurídica vaticana se reúne para estudiar la ortodoxia de los textos que publicaron en vida y para atender a diversos testimonios de personas que han presenciado sus vidas.
Acto seguido, el relator del proceso, nombrado por la Congregación para la Causa de los Santos, elabora un documento denominado 'Positio'. Se trata de un compendio de los relatos y de los estudios llevados a cabo por la comisión y que, una vez aprobado por el pontífice, concede a las diferentes causas el título de Venerable, el segundo paso hacia la santidad. Juan XXIII fue Venerable más de tres décadas después de su muerte, en 1999, mientras que Juan Pablo II lo hizo cuatro años después de morir, en 2009.
Ya Venerables, el siguiente trámite es el de su beatificación. Ser beato o bienaventurado supone representar un modelo de vida para la comunidad y, además, implica que el beato tiene la capacidad de ejercer de intermediario entre los cristianos y Dios. Por esta razón, para alcanzar este grado, es imprescindible el testimonio de un milagro que se haya llevado a cabo gracias a la intercesión del Venerable.
A Juan Pablo II se le atribuyeron numerosos milagros aunque para su beatificación, en 2011, fue imprescindible el caso de la monja francesa Marie Simon Pierre, aquejada de parkinson y cuya curación, según los médicos convocados por el Vaticano, "carece de explicación científica"
Al Papa italiano se le adjudicó en el año 2000 la curación de la religiosa italiana Caterina Capitano, que estuvo a punto de morir por una peritonitis aguda y que tras encomendarse a Juan XXIII, consiguió sobrevivir. Asimismo, a Wojtyla se le atribuyeron numerosos milagros aunque para su beatificación, en 2011, fue imprescindible el caso de la monja francesa Marie Simon Pierre, aquejada de parkinson -la misma enfermedad que padecía el papa polaco- y cuya curación, según los médicos convocados por el Vaticano, "carece de explicación científica".
Con la asignación de estos supuestos milagros realizados por intercesión divina de los pontífices, Juan XXIII y Juan Pablo II subían oficialmente a los altares como beatos de la Iglesia Católica, el primero en el año 2000 y el segundo en el 2011.
Pero aún tendrían que afrontar el paso definitivo para la culminación de este complejo proceso, la canonización, su proclamación como Santos, para la cual es requisito imprescindible la realización de un nuevo milagro que debe producirse después de su nombramiento como beatos.
Es aquí donde se da otra de las particularidades que han caracterizado la causa de Roncalli y Wojtyla. En el caso del italiano, el Papa Francisco, en 2013, decidió decretar su santidad a pesar de que aún no se había certificado ese segundo milagro. No fue el caso de Wojtyla, quien intercedió, según la Iglesia, en la curación de una mujer costarricense aquejada de un grave aneurisma cerebral por el que los médicos le dieron un mes de vida. Esta mujer, Floribeth Mora Díaz, que participará en la ceremonia del domingo, aseguró haber escuchado la voz del papa polaco que le decía "levántate, no tengas miedo" cuando se encontraba ingresada en un hospital y, tras estas palabras, comenzó su curación inexplicable para la ciencia.
http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2014/04/26/lombardi-confirma-que-benedicto-xvi-concelebrara-en-la-canonizacion-de-juan-pablo-ii-y-juan-xxiii-religion-iglesia-vaticano-francisco.shtml
El negocio de la santidad
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La capital italiana recibirá hasta un millón entre visitantes y peregrinos
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Las tiendas de 'souvenirs' espirituales hacen caja gracias a los nuevos santos
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Los preparativos de la histórica ceremonia ha costado siete millones de euros
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Drones sobrevolarán Roma, que está blindada con más de 2.500 agentes extra
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Un pequeño apartamento en el centro de Roma cuesta 2.500 euros por dos días
Dos mujeres con pañuelos de la canonización miran una tienda de 'souvenirs' cerca del Vaticano.
AFP
Imanes para la nevera con la imagen de los dos nuevos santos, camisetas, rosarios, fotos, ositos de peluche con la fecha de hoy en una de las zarpas, medallas, pulseras, postales, muñecos, estatuas, tazas, carteras, bolsos, tapices...
Las tiendas de 'souvenirs' situadas en los alrededores de la Plaza de San Pedro llevan ya días haciendo caja a costa de la ceremonia de canonización que hoy hará santos a Juan Pablo II y de Juan XXIII.
Se trata de un evento de gran importancia para la Iglesia católica pero que también tiene su lado puramente económico. Un acontecimiento que reunirá a cuatro Papas (el Vaticano confirmó ayer que Benedicto XVI asistirá al acto) y en el que se mezclan lo sacro y lo profano, lo espiritual y lo puramente terrenal.
Sin embargo, y por aquello de no crear grandes expectativa que luego pudieran no llegar a cumplirse, tanto la Santa Sede como el Ayuntamiento de Roma están siendo muy cautos en sus estimaciones, y prevén que habrá entre medio y un millón de personas en la Misa solemne que hoy domingo a partir de las 10.00 presidirá Francisco y que elevará a los altares a sus antecesores Angelo Roncalli y a Karol Wojtyla.
El Ayuntamiento de Roma calcula que la canonización le costará a las arcas públicas de la ciudad siete millones de euros, muchos de los cuales se irán en pagar el gigantesco dispositivo de seguridad que hoy convertirá a la capital italiana en una ciudad absolutamente blindada con más de 2.500 agentes extras por sus calles, drones volando por el cielo y su espacio aéreo cerrado.
En las últimas horas han llegado a Roma 4.300 autobuses procedentes de toda Europa, 58 aviones chárter, cinco trenes y una nave (esta última, procedente de Barcelona) cargados de peregrinos. Unos 2.500 voluntarios se encargarán de distribuir cuatro millones de botellas de agua entre los turistas que inundan la ciudad.
Además, se han instalado 14 puntos de atención médica avanzada, se han potenciado los servicios de transporte público y de retirada de basuras y se han habilitados un millar de baños portátiles en distintos puntos de Roma.
"Hemos hecho todo lo posible para hacer extraordinario este día en el que 2.000 millones de personas mirarán a Roma a través de la televisión, la radio e Internet", afirma Ignazio Marino, el alcalde. El Consistorio de la ciudad, que se encuentra al borde de la bancarrota, espera que el Estado central asuma buena parte de los cinco millones de euros que dejará como factura la doble canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
"La administración municipal está trabajando con el consejo de ministros para que una parte de estos recursos corra a cargo del Estado Italiano", explica Maurizio Pucci, responsable del departamento de promoción, planificación y coordinación de eventos especiales del Ayuntamiento romano.
No queda libre en Roma una sola habitación de hotel, pensión o apartamento para estancias breves. Y eso que según la web Casa.it, este fin de semana los precios de los alquileres para estancias breves se han disparado entre un 137 y un 173 %. Un pequeño apartamento de dos estancias en el centro histórico de Roma cuesta 2.500 euros por dos días. Y en los camiones bar aparcados por el centro de la ciudad una botella de agua pequeña se paga a tres euros.
"En estos días tenemos un movimiento increíble de gente.Turistas siempre hay en Roma, pero por lo general el trabajo se concentra a la hora de la comida y de la cena. Sin embargo, estos días se empieza a trabajar a las 11.00 y no paramos hasta las 23.00 horas", nos cuenta el 'pizzero' de la trattoria Sciarra.
Los timos están a la orden del día. De hecho, las fuerzas de seguridad han clausurados varias pensiones que no reunían los requisitos requeridos y se han incautado de más de 700.000 'souvenirs' falsificados con las imágenes de Juan Pablo II y de Juan XXIII, así como 1.500 falsas de 'Misericordina', el remedio 'espiritual' que Francisco que recetó en diciembre pasado a cientos de fieles en la plaza de San Pedro y que consiste en un cajita que contiene un rosario y una estampa de la Divina Misericordia.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/04/26/535bd5b4e2704eec118b4570.html
Las tiendas de 'souvenirs' situadas en los alrededores de la Plaza de San Pedro llevan ya días haciendo caja a costa de la ceremonia de canonización que hoy hará santos a Juan Pablo II y de Juan XXIII.
Se trata de un evento de gran importancia para la Iglesia católica pero que también tiene su lado puramente económico. Un acontecimiento que reunirá a cuatro Papas (el Vaticano confirmó ayer que Benedicto XVI asistirá al acto) y en el que se mezclan lo sacro y lo profano, lo espiritual y lo puramente terrenal.
Invasión de peregrinos
Roma está completamente invadida por peregrinos y turistas, y esa inmensa marea humana es una gran fuente de negocio. El diario 'Corriere della Sera' vaticina que este fin de semana la capital italiana recibirá cinco millones de visitantes.Sin embargo, y por aquello de no crear grandes expectativa que luego pudieran no llegar a cumplirse, tanto la Santa Sede como el Ayuntamiento de Roma están siendo muy cautos en sus estimaciones, y prevén que habrá entre medio y un millón de personas en la Misa solemne que hoy domingo a partir de las 10.00 presidirá Francisco y que elevará a los altares a sus antecesores Angelo Roncalli y a Karol Wojtyla.
El Ayuntamiento de Roma calcula que la canonización le costará a las arcas públicas de la ciudad siete millones de euros, muchos de los cuales se irán en pagar el gigantesco dispositivo de seguridad que hoy convertirá a la capital italiana en una ciudad absolutamente blindada con más de 2.500 agentes extras por sus calles, drones volando por el cielo y su espacio aéreo cerrado.
19 jefes de Estado y 24 primeros ministros
Al fin y al cabo a la ceremonia de canonización asistirán más de 60 delegaciones de todo el mundo, con 19 jefes de Estado, 24 primeros ministros y numerosos ministros (por parte de España estarán los Reyes y los ministro de Exteriores, Justicia e Interior).En las últimas horas han llegado a Roma 4.300 autobuses procedentes de toda Europa, 58 aviones chárter, cinco trenes y una nave (esta última, procedente de Barcelona) cargados de peregrinos. Unos 2.500 voluntarios se encargarán de distribuir cuatro millones de botellas de agua entre los turistas que inundan la ciudad.
Además, se han instalado 14 puntos de atención médica avanzada, se han potenciado los servicios de transporte público y de retirada de basuras y se han habilitados un millar de baños portátiles en distintos puntos de Roma.
"Hemos hecho todo lo posible para hacer extraordinario este día en el que 2.000 millones de personas mirarán a Roma a través de la televisión, la radio e Internet", afirma Ignazio Marino, el alcalde. El Consistorio de la ciudad, que se encuentra al borde de la bancarrota, espera que el Estado central asuma buena parte de los cinco millones de euros que dejará como factura la doble canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
"La administración municipal está trabajando con el consejo de ministros para que una parte de estos recursos corra a cargo del Estado Italiano", explica Maurizio Pucci, responsable del departamento de promoción, planificación y coordinación de eventos especiales del Ayuntamiento romano.
500.000 euros en donaciones
La Diócesis de Roma, por su parte, cifra los costes que le tocará asumir en unos 500.000 euros, que espera cubrir con la ayuda de patrocinadores. "Aún no hemos conseguido cubrir la cifra completa, pero confiamos en poder hacerlo con los donativos", aseguraba monseñor Liberio Andreatta, vicepresidente de la Obra Romana de Peregrinación, un organismo de la Santa Sede que se dedica a a organizar viajes religiosos a los principales destinos cristianos, como Lourdes, Fátima, Santiago di Compostela, Tierra Santa, Czstochowa...'Orgía mediática'
Pero los fastos de la canonización también dejarán un río de dinero en Roma. Los hoteles, los restaurantes, las tiendas de recuerdos y demás negocios están haciendo su agosto con la canonización, calificada como una "orgía mediática" por parte de Vittorio Bellavite, de la organización católica progresista Somos Iglesia.No queda libre en Roma una sola habitación de hotel, pensión o apartamento para estancias breves. Y eso que según la web Casa.it, este fin de semana los precios de los alquileres para estancias breves se han disparado entre un 137 y un 173 %. Un pequeño apartamento de dos estancias en el centro histórico de Roma cuesta 2.500 euros por dos días. Y en los camiones bar aparcados por el centro de la ciudad una botella de agua pequeña se paga a tres euros.
"En estos días tenemos un movimiento increíble de gente.Turistas siempre hay en Roma, pero por lo general el trabajo se concentra a la hora de la comida y de la cena. Sin embargo, estos días se empieza a trabajar a las 11.00 y no paramos hasta las 23.00 horas", nos cuenta el 'pizzero' de la trattoria Sciarra.
Los timos están a la orden del día. De hecho, las fuerzas de seguridad han clausurados varias pensiones que no reunían los requisitos requeridos y se han incautado de más de 700.000 'souvenirs' falsificados con las imágenes de Juan Pablo II y de Juan XXIII, así como 1.500 falsas de 'Misericordina', el remedio 'espiritual' que Francisco que recetó en diciembre pasado a cientos de fieles en la plaza de San Pedro y que consiste en un cajita que contiene un rosario y una estampa de la Divina Misericordia.
http://www.elmundo.es/internacional/2014/04/26/535bd5b4e2704eec118b4570.html
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