FUE SERVIDA Y DEGUSTADA ESTE LUNES EN LONDRES (INGLATERRA). CUESTA 250.000 EUROS.
Científicos holandeses presentaron este lunes en Londres la primera hamburguesa creada y desarrollada artificialmente en un laboratorio a partir de células madre vacunas.
La revolucionaria hamburguesa se degustó en una rueda de prensa en Londres que sirvió para presentar el avance y explicar cómo el grupo de expertos liderados por Mark Post, de la Universidad de Maastrich, sacó adelante este proyecto, que costó casi 250.000 euros aportados por Sergey Brin, cofundador de Google.
Dos voluntarios, la investigadora austríaca especializada en alimentos Hanni Rutzley y el periodista gastronómico estadounidense Josh Schonwald, fueron los encargados de probar el experimento ante la curiosa mirada de 200 periodistas en un plató de televisión decorado como un programa de cocina.
El trozo de carne, de 142 gramos, fue cocinado por un chef profesional británico con aceite de girasol y mantequilla, y servido en un plato acompañado de pan, lechuga y tomate.
Los dos conejillos de indias, que se comieron apenas un tercio de la hamburguesa, coincidieron en que la consistencia era muy similar a la de la carne, sin lanzarse a valorar abiertamente su sabor. "Se parece a la carne", concluyó Rutzley tras su histórico primer bocado.
"No es tan jugoso pero la consistencia es perfecta", agregó. Shonwald dijo "echar de menos la grasa", pero indicó que al morderlo era como una hamburguesa normal. Su creador, el científico neozelandés Mark Post, de la Universidad de Maastricht, señaló por su parte que el objetivo de la presentación era "mostrar que podíamos hacerlo, que la tecnología existe".
"Pero, para mejorarlo, necesitaremos probablemente unos 10-20 años para que llegue al supermercado", admitió.
A partir de células madre de vaca, los científicos consiguieron multiplicar sus muestras tras alimentar con nutrientes las células y acelerar su crecimiento mediante sustancias químicas.
Después de tres semanas de proceso continuado, obtuvieron más de un millón de células madre que fueron apartadas en pequeños recipientes donde se fusionaron hasta formar minúsculas tiras de músculo, de aproximadamente un centímetro de largo y varios milímetros de ancho.
Una vez conseguidas 20.000 de estas tiras, se congelaron para más tarde pasarlas a temperatura ambiente y convertirlas en una masa compacta de hamburguesa que puede ser cocinada y en cuya elaboración participan decenas de millones de células madre, según el profesor Post.
Los investigadores añadieron pan rallado, sal, huevo en polvo, así como jugo de remolacha y azufre para el color.
"Nuestra hamburguesa está fabricada a partir de células de músculo extraídas directamente de una vaca. No hemos modificado nada. Para que sea un éxito, tiene que tener la misma apariencia, la misma consistencia y, eso esperamos, el mismo gusto que la verdadera", precisó Mark Post.
En rueda de prensa en Londres, los científicos advirtieron que aún se trabaja para darle un aspecto más auténtico, puesto que la carne procedente del laboratorio es blanca y su sabor todavía "no es lo bastante bueno", en palabras del jefe de equipo.
El profesor estimó que el experimento es "de importancia, puesto que la carne vacuna producida en laboratorio ofrece una solución a los grandes problemas que afronta nuestro planeta", al permitir crear carne a voluntad y sin causar estragos al medio ambiente.
Consciente del escepticismo que provocará el proyecto, el cofundador de Google, Serguei Brin, la principal fuente de financiación del proyecto, explicó en un video que lo respalda porque puede "transformar" el mundo.
Según él, la humanidad tiene tres opciones: "que todos nos volvamos vegetarianos", "ignorar" estas cuestiones y sus consecuencias o "hacer algo nuevo". "Alguna gente cree que esto es ciencia ficción, que no es real (...). En realidad, creo que eso es bueno", dijo a través de un vídeo difundido al comenzar el acto.
"Estamos tratando de crear la primera hamburguesa de res de laboratorio. A partir de eso, soy optimista y creo que realmente podemos avanzar a pasos agigantados", agregó.
Con el aumento de la población mundial, "la demanda de carne se duplicará en los próximos cuarenta años.Actualmente, empleamos el 70 % de nuestras capacidades agrícolas en la producción de carne. Es fácil comprender que debamos encontrar alternativas", destacó Post, para quien la fabricación de carne en laboratorio permitirá reducir las emisiones de gas efecto invernadero producidas por la ganadería.
EFE
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