Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, instó a los miembros de iglesia de todo el mundo a leer seriamente lo que la Biblia dice acerca de la ordenación de la mujer y a orar porque él y los otros dirigentes de la iglesia sigan humildemente la orientación del Espíritu Santo en este asunto.
Los miembros de iglesia que desean entender lo que la Biblia enseña en relación con la ordenación de la mujer, no deben preocuparse respecto a dónde comenzar, dijo Artur A. Stele, quien supervisó un estudio sin precedentes sobre ordenación de la mujer, de dos años de duración, al presidir la Comisión de Estudio de la Teología de la Ordenación, comisionada por la iglesia.
Artur Stele, quien hizo eco al llamado del Pastor Wilson a los miembros de iglesia para leer la Biblia y orar al respecto, recomendó leer las tres breves “Declaraciones sobre el camino a seguir”, que citan textos bíblicos y a la cofundadora de la Iglesia Adventista, Elena G. White, para apoyar cada una de las tres posiciones en relación con la ordenación de la mujer que surgieron durante la investigación de esta comisión.
Los resultados del estudio serán discutidos en octubre, durante el Concilio Anual -una importante reunión de negocios de dirigentes de la iglesia. El Concilio Anual decidirá entonces si van a pedir a los casi 2,600 delegados de la iglesia mundial que tomen una decisión final mediante un voto en la Sesión de la Asociación General el próximo mes de julio.
Hablando en una entrevista, el Pastor Wilson instó a cada uno de los 18 millones de miembros de iglesia, a leer con mucha oración los materiales de estudio disponibles en la página web de la Oficina de Archivos, Estadística e Investigación, de la Iglesia Adventista.
“Observen para ver cómo las ponencias y presentaciones se basaron en la comprensión de una cuidadosa lectura de las Escrituras”, dijo en su oficina en la Asociación General en Silver Spring, Maryland.
“El Espíritu de Profecía nos dice que debemos tomar la Biblia tal y como está escrita”, dijo. “Y yo animaría a cada miembro de iglesia y, ciertamente, a cada representante en el Concilio Anual y a aquellos que serán delegados a la Sesión de la Asociación General, que estudien con espíritu de oración esas presentaciones y pidan al Espíritu Santo que les ayude a conocer la voluntad de Dios”.
Al hablar del Espíritu de Profecía, se refiere a los escritos de Elena G. White, la cual, entre sus declaraciones sobre cómo leer la Biblia, escribió en El conflicto de los siglos, p. 584: “El lenguaje de la Biblia debe explicarse de acuerdo con su significado manifiesto, a no ser que se trate de un símbolo o figura”.
“No tenemos el lujo de tener el Urim y el Tumim”, dijo el Pastor Wilson, refiriéndose a las piedras que el sumo sacerdote israelita usaba en tiempos del Antiguo Testamento para conocer la voluntad de Dios. “Tampoco tenemos un profeta que viva entre nosotros. Así que debemos depender de la guía del Espíritu Santo en nuestro propio estudio de la Biblia al repasar sus claras enseñanzas.
Dijo también que el liderazgo mundial de la iglesia se había comprometido hacia un “muy abierto, justo y cuidadoso proceso”, respecto al asunto de la ordenación de la mujer.
Añadió que la interrogante crucial que enfrentaba la iglesia no era si debía ordenarse a las mujeres; sino, más bien, a que si los miembros de la iglesia que no estén de acuerdo con la decisión final respecto a la ordenación, independientemente de cuál sea la decisión, estarán dispuestos a poner a un lado sus diferencias y enfocar su atención en la misión de 151 años de la iglesia: proclamar el mensaje de
Apocalipsis 14 y de los tres ángeles, acerca del pronto retorno de Jesús.
3 Puntos de Vista sobre Ordenación de la Mujer
En un esfuerzo por entender mejor la enseñanza bíblica respecto a la ordenación, la iglesia nombró la Comisión de Estudio sobre la Teología de la Ordenación, un grupo de 106 miembros al cual los dirigentes de la iglesia se refieren comúnmente por sus siglas TOSC. No fue organizada para ser proporcionalmente representativa de la iglesia mundial, sino simplemente para llevar a cabo el estudio de dos años de duración. Para comenzar, una inicial Comisión de Investigación Bíblica especial, en cada una de las 13 divisiones mundiales, contribuyó al proceso de estudio y estuvo representada en TOSC.
El principal objetivo de TOSC, quien terminó su trabajo en junio, fue determinar si se podía lograr un consenso en cuanto a la ordenación de la mujer, lo cual no logró. Los miembros se dividieron en tres campos, conocidos como Posición 1, 2 y 3:
La Posición 1 enfatiza las calificaciones bíblicas para la ordenación, encontradas en 1 Timoteo 3 y
Tito 1, y el hecho de que nunca en la Biblia se encuentran mujeres ordenadas en calidad de sacerdotes, apóstoles o ancianos. Por lo tanto, esta posición dice que la Iglesia Adventista no tiene base bíblica para ordenar mujeres.
La Posición 2 enfatiza el papel de liderazgo en el Antiguo y Nuevo Testamentos desempeñado por mujeres tales como Débora, Hulda y Junia, además de pasajes bíblicos en
Génesis 1, 2 y
Gálatas 3:26-28, que enfatizan el concepto de que todas las personas son iguales ante Dios. Por lo tanto, dice, el principio bíblico de igualdad requiere que la Iglesia Adventista ordene mujeres para posiciones de liderazgo en la iglesia, siempre que sea posible.
La Posición 3 apoya la Posición 1 al reconocer un patrón bíblico de liderazgo masculino en Israel y en la iglesia cristiana primitiva; pero enfatiza también que Dios hizo excepciones, como en el caso de concederle a Israel su deseo de tener un rey. Esta posición dice que la ordenación de la mujer es un asunto de reglamento de la iglesia y no un imperativo moral; por lo tanto, la Iglesia Adventista debe permitir que cada campo decida ordenar o no ordenar mujeres.
El presidente Wilson instó a los miembros de iglesia a examinar las tres posiciones que se presentan en el último informe TOSC.
“Asegúrense de ver todas las presentaciones y de entender lo que Dios les está diciendo en su Palabra y en su caminar diario con él”, dijo.
Aunque TOSC no logró un consenso en cuanto a la ordenación de la mujer, sus miembros aprobaron una declaración de consenso sobre la teología de la ordenación y, en una declaración por separado, afirmaron que permanecían “comprometidos con el mensaje y la misión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día , expresados por medio de sus 28 Creencias Fundamentales”.
El Pastor Wilson dijo que esperaba que todos los miembros de la iglesia tuvieran una disposición similar.
“Si no tenemos cuidado, el diablo nos va a llevar a una controversia que creará una desviación de lo que Dios quiere que logre su iglesia remanente de los últimos días, que es proclamar los mensajes de los tres ángeles y dar a conocer alegremente la noticia de la pronta venida de Cristo”, añadió. “La gran pregunta es cómo nos vamos a identificar con la misión continua y permanente de la iglesia”.
Qué deben leer los miembros:
Artur Stele, presidente de TOSC y director del Instituto de Investigación Bíblica de la iglesia, dijo que aun si los miembros de iglesia no vieran ninguna otra cosa, deberían por lo menos leer las breves “Declaraciones sobre el camino a seguir” propuestas por la comisión.
“Si la persona desea una imagen instantánea al respecto, puede acudir a las ‘Declaraciones sobre el camino a seguir’”, dijo en una entrevista. “Entonces, cuando lleguen a interesarse, pueden ir a los ‘Resúmenes de las Posiciones’”.
Los sumarios más grandes son parte del informe final de 127 páginas, que incluye también la definición de la teología de la ordenación, que ocupa una página y está aprobada por TOSC, la historia de TOSC y una lista de las muchas ponencias eruditas reunidas para el estudio.
Este estudio se inició por petición de un delegado en la última Sesión de la Asociación General, en 2010, y su necesidad se ha visto subrayada por cada vez mayores coros de voces en pro de la ordenación de la mujer, por parte de algunos dirigentes de iglesia regionales. Para complicar el asunto, tres de las 124 uniones de la iglesia, dos de ellas en los Estados Unidos y una en Alemania, autorizaron la ordenación de la mujer en el 2012, a pesar del llamado de los administradores de la iglesia a esperar los resultados del estudio y el posible voto en la Sesión de la Asociación General el año próximo. La iglesia mundial no reconoce las decisiones de estas tres uniones.
Artur Stele instó a los miembros de iglesia a no verse influenciados por las opiniones de otras personas en cuanto a la ordenación de mujeres, sino a llegar a sus propias conclusiones a través de un estudio de la Biblia guiado por la oración.
“Esas declaraciones de posición pueden ayudar realmente, porque en ellas todos los pasajes clave están interpretados desde diferentes ángulos”, añadió mientras sostenía en su mano una copia del informe final TOSC.
Dijo también que los miembros de la iglesia podían ejercer su influencia en la discusión sobre la ordenación de la mujer, en varias formas, incluyendo hablar con los delegados que los representarán en la próxima Sesión de la Asociación General que se celebrará en San Antonio, Tejas.
El Pastor Wilson dijo también que los miembros de iglesia podían dar a conocer sus convicciones a sus pastores y presidentes de asociación, pero pidió que cualquier conversación o carta fuese respetuosa y mantuviera el espíritu cristiano.
“Pero lo más importante”, añadió, “es que solicitamos anhelosamente sus oraciones porque podamos humillarnos como dirigentes y escuchemos la intervención directa de la voz del Espíritu Santo y de la voluntad de Dios revelada en las Escrituras”.
Artur Stele coincidió con ello al decir: “Pienso que la forma más importante de participar sería si cada miembro de iglesia orara. Orar por el proceso y orar por la Sesión, de manera que no sea la sabiduría humana la que prevalezca, sino la voluntad de Dios”.
Traducción por Gloria A. Castrejón.